Bielorrusia y Polonia: ¿"ataque híbrido" o crisis migratoria?

El Consejo de Ministros de Exteriores de la Unión Europea se ha reunido este lunes para aprobar un nuevo paquete de sanciones a Bielorrusia. Este sería el quinto, e incluye la prohibición de entrar en la UE a a toda persona física o jurídica que “organice o contribuya a las actividades del régimen de Lukashenko que facilitan el cruce ilegal de las fronteras exteriores de la Unión”. También se prevé la congelación de bienes para esas personas y ampliar los criterios para figurar en la lista negra de los 27. 

Polonia, Lituania, Austria, Letonia y Eslovaquia, entre otros, abogaban por la creación de un muro como “barrera física” entre los 27 y el país dirigido por Lukashenko. A estas sanciones, Minsk respondió amenazando el tránsito de gas ruso a la Unión, aunque no contó con el apoyo de Vladimir Putin, que creía que esta medida sería “contraproducente” para sus relaciones comerciales y aseguró que seguiría cumpliendo sus compromisos de suministrar gas a Europa pese a las amenazas del presidente bielorruso.

La nueva polémica se ha gestado esta última semana y esta vez ha sido en el aire. Bruselas ha acusado al gobierno de Lukashenko de promocionar viajes de migrantes y posibles solicitantes de asilo para llevarlos a la frontera terrestre con la Unión Europea. Emiratos Árabes Unidos y Turquía han anunciado que no permitirán los vuelos a Minsk. La aerolínea Belavia ha comunicado que no serán admitidos los ciudadanos afganos, sirios, yemeníes e iraquíes en los vuelos que embarquen en Dubái, porque ha reconocido que esta ruta ha sido muy utilizada. La Unión Europea explora la posibilidad de sancionar a las aerolíneas que “no colaboren y sean cómplices” del traslado de migrantes.

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