"He tardado tres años en acomodarme a este ritmo infernal"

Estudió Periodismo en la Universidad Francisco de Vitoria, y, tras el cierre de CNN+, entró en Telecinco como presentador de los informativos de la mañana. Roberto Fernández vive a otro ritmo: se levanta de madrugada y se acuesta después de desayunar. Considera que el mayor valor de la universidad son los amigos que te llevas de allí y cree que, en televisión, “quien no mejora, desaparece”.

Usted comenzó su carrera profesional en CNN+, al poco de haberse creado. ¿Cuál era su labor y cómo fue la experiencia de trabajar en un canal nuevo y de información 24 horas?
Fue el mejor aprendizaje posible, como un máster en Periodismo. Se trataba de un canal nuevo que empezó con gente muy joven, yo acababa de terminar la carrera y llegaba con muchísimas ganas de trabajar. Gracias a eso, creamos un grupo de trabajo estupendo en el que todos aprendíamos los unos de los otros y de los grandes profesionales que venían de los servicios informativos de Canal+.

¿Cómo es el día a día de un presentador en el informativo matinal?
El día a día viene marcado inevitablemente por el horario. Te levantas, comes y te acuestas a deshoras. Es más duro al principio, te cuesta mantener un ritmo normal. Luego, con el paso del tiempo, si eres muy estricto, te puedes ir acostumbrando. Yo he tardado tres años en acomodarme a este ritmo infernal.

Me levanto a la 1:30 de la mañana, vengo aquí y trabajo toda la noche. Después de desayunar, me voy a casa. En el mejor de los casos puedo echarme un rato, aunque sea un par de horas. Después, hago vida normal en la medida en que me permita el cuerpo, ceno prontito y a la cama otra vez, que el día empieza muy temprano.

¿A qué cree que se debe el éxito de los informativos de Telecinco? ¿Considera que el arrastre de audiencia de los programas previos puede ser una razón?
Yo creo que es la combinación perfecta de programas previos que llaman mucho a la audiencia y de unos informativos que, cada año que pasa, dan un salto de calidad. Por ejemplo, si después de Pasapalabra no llegase Pedro Piqueras, el público cambiaría de canal.

¿Considera que hay cuestiones que se pueden mejorar?
Siempre hay que ir limando aspectos, y para eso estamos trabajando aquí tantos profesionales. Todo el mundo tiene ideas brillantes y está dispuesto a dar lo mejor de sí mismo, y por eso cada año van mejorando los informativos y la audiencia. Quien no mejora, desaparece.

¿Cuál es la valoración que hace del panorama informativo en España?
Me da bastante lástima lo que ha pasado con TVE: hubo un momento no muy lejano en el que la televisión pública era bastante independiente, se había conseguido un logro después de años de lucha, y creo que ese trabajo se ha venido atrás. En cuanto a las cadenas privadas, me parece que van mejorando año tras año y temporada tras temporada.

Actualmente, muchas televisiones se están haciendo eco de las imágenes difundidas por el grupo terrorista Estado Islámico. ¿Considera que deben emitirse este tipo de contenidos?
Hay que ser conscientes de que el objetivo que buscan los terroristas es dar publicidad a estas imágenes, solo hay que analizar cómo están elaborados los vídeos para darse cuenta. Pero no contarlo sería ocultar una realidad que está pasando y que está convulsionando la vida del planeta. Es también una forma de denuncia, de remover las conciencias y de hacer que aquellos en el poder tomen cartas en el asunto.