La Cumbre de Davos apuesta por el medio ambiente

Como todos los años, los principales líderes políticos, económicos y sociales estarán reunidos hasta el viernes en la estación de esquí de Davos, en los Alpes suizos, para celebrar otro encuentro del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés). En el quincuagésimo aniversario de la cumbre, Davos reconoce la emergencia climática. 

Este año, el lema del foro es la “Movilización general para un mundo coherente y sostenible”. Es más, 130 conferenciantes hablarán expresamente sobre la sostenibilidad desde distintas perspectivas. La joven activista Greta Thunberg — quien esta semana ya se ha manifestado contra el cambio climático junto a 15.000 personas en Lausana (Suiza), en el marco del primer aniversario de sus huelgas estudiantiles por el clima — inaugurará la jornada con la primera mesa redonda del día. 

“La gente es más consciente ahora de lo que pasa y el clima y el calentamiento global son cuestiones que ya están sobre la mesa en estos momentos”, ha anunciado en su segundo año consecutivo como asistente al foro de Davos.

Además del calentamiento del planeta, temas como la protección de la biodiversidad y la descarbonización de la energía protagonizarán la agenda de la Cumbre. A esto se agregan también las cuestiones más tradicionales como conseguir un sistema de sanidad universal y sostenible, continuar la lucha contra la pobreza y la desigualdad, así como otras preocupaciones que todavía tienen un largo camino hasta su solución. 

Faisal Islam, el editor de Economía de la BBC, agrega que la cumbre busca “detener la manera podrida en la que coopera y funciona el mundo”. En esa línea, la ventaja de esta cumbre multinacional es que hay "espacios para presionar a los poderosos", en palabras del presidente de Marsh Global Risk and Digital, John Drzik. Clientes, empleados y reguladores cuestionarán a empresas y gobiernos. La convivencia entre representantes de ambas esferas, pública y privada, permite la adopción de medidas reales.

Por ejemplo, la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, ha anunciado que el foro “dedicará varias sesiones a abordar los conflictos comerciales de Estados Unidos y sus socios”; una muestra de la preocupación que esta cuestión ha provocado entre los principales actores del sistema económico mundial.

Como Greta, también es la segunda vez que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, asiste al WEF. Lo hace, de hecho, el mismo día en que arranca el juicio de su destitución en el Senado, que aunque parece improbable, puede desalojarle de la Presidencia.

Como adelantó Georgieva, los asistentes confían que se podrán calmar inquietudes, ya que las últimas medidas internacionales que ha tomado Estados Unidos, como las sanciones económicas y las guerras comerciales, han aumentado la incertidumbre y la inestabilidad del sistema internacional. “EE. UU. se ha convertido en un factor de riesgo político en 2020”, comenta la enviada especial para El País, Alicia González. 

Por parte de España, el presidente del Gobierno Pedro Sánchez, las ministras Nadia Calviño y Teresa Ribera, así como los máximos representantes de algunos de los mayores bancos y energéticas; asistirán a la cita. 

En definitiva, el Foro Económico Mundial es el espacio para que los líderes políticos escuchen al mundo empresarial. Esto aumenta la probabilidad de adoptar medidas, y como resultado, conseguir avances para el panorama internacional. Por ello, la Cumbre de Davos es tan importante. “No hay nada parecido”, sostiene Faisal Islam. El reto, nuevamente, es que estos representantes puedan llegar a acuerdos reales para aliviar el malestar global.