"Mi madre siempre me sugirió escribir los sueños que tenía"

Guillermo Patrikios, Alumni UFV (Periodismo y Comunicación Audiovisual, 2015) y estudiante de Cine en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), desde pequeño escribía los sueños que tenía. Ahora, tras un año y medio formándose en EE.UU., a golpes de tinta y papel y dando rienda suelta a su imaginación ha conseguido contar sus propias historias detrás de la cámara, dando como resultado The Game, su primer cortometraje.

P: ¿Qué opina acerca del movimiento Me Too?
R: Es algo necesario, no solo en esta industria del entretenimiento, sino también en cualquier otro trabajo. Todos estos casos de abuso y acoso sexual me parecen denigrantes, por lo que son capaces algunas personas de hacer por el hecho de sentirse superiores a otras. Me alegra que poco a poco estas cosas vayan destapándose. Creo que no nos llegaremos a imaginar nunca la cantidad de casos que han pasado desde un principio y que van a quedar en el olvido para siempre junto con las víctimas, bajo esa cara bonita del poster de cine.

P:¿Qué le impulsó a elegir el género dramático como temática para su cortometraje?
R: El género dramático siempre me ha parecido, a nivel de personajes, el más fascinante de todos, porque me gustan las películas en las que se descubren los personajes a través de las emociones fuertes, de esa tensión psicológica del diálogo. Hacer este proyecto con un género dramático, era el ideal porque es una batalla dialéctica entre los personajes. Cada uno tiene marcado su punto de vista de la historia y es una confrontación que quería linealizar a fondo. 

P: ¿Cuál es el objetivo social de The Game?
R: El objetivo social de The Game es plasmar que una decisión afecta a los que están a nuestro alrededor. Un segundo puede cambiar muchas cosas. En segundo lugar, quería reflejar cómo afecta al ser humano el hecho de tomar decisiones y cómo reaccionamos cuando nos tenemos que sentir responsables de ellas. El dejar que la situación y el problema pase sin hacer nada, esperando que se resuelva solo. 

Cuando escribí el guion, analicé un poco la actitud de la vida del adolescente, y un poco la mía. El tercer punto, es remarcar como la pérdida de una familiar afecta a nuestro entorno: las relaciones entre amigos, entre parejas y cómo afecta psicológicamente a nuestra cabeza. 

P: ¿Por qué su cortometraje se llama The Game?
R: The Game tiene su nombre porque muchas veces en la vida tratamos las cosas como si fuera todo un juego. Casi todo suele surgir por una tontería, un pequeño detalle, una coincidencia o causalidad que nos parece graciosa o incluso una broma, y es a partir de aquí cuando se desencadena una nueva aventura en nuestra vida. Es a través de esta nueva experiencia, la que hace al protagonista darse cuenta de que puede decidir cualquier cosa en su vida a partir de ese momento, sin sentirse responsable de nada.

P: ¿Qué medios de financiación ha utilizado para sacar adelante The Game?
R: El crowdfunding. Esto nos sitúa en un modo mucho más serio, más profesional. Gracias a los contribuyentes, a la gente que nos apoya con el proyecto, tenemos ese impulso de confianza que abraza el cortometraje con un aire más alegre y, sobre todo, motivador.

P: ¿Cuál cree que es el valor diferencial de su cortometraje?
R: El magnífico trabajo en equipo que hemos tenido, que se refleja en las increíbles localizaciones, como el desguace de coches. La actuación de los personajes, que ha tenido mucho trabajo, varias reuniones y ensayos. La historia, que encuadra varias mini historias dentro de la general, y el resultado impecable a nivel visual y de sonido. 

P: Para un director junior, ¿hasta qué punto es complicado conseguir el material, licencias y actores para el set de rodaje?
R: En Los Ángeles llevo más de un año y medio. El networking que generas es lo que te permite construir un buen equipo de rodaje con el que esperas seguir construyendo una relación tanto personal como profesional. Un factor principal para todo esto es que te vean con muchas ilusiones y motivado para hacer tu historia, siempre agradeciendo y apreciando su trabajo. Para el tema de actores, estuvimos dos semanas de casting y fue difícil saber quiénes acabarían estando en nuestra historia. Respecto a las licencias, no hay problema porque eso es un pequeño pago. El problema son las localizaciones, porque no todas están dispuestas a rebajar su cuota a un presupuesto tan limitado. 

P: ¿Por qué la descripción del corto es “una decisión puede cambiar tu vida en un segundo?
R: Es la hecatombe, por así decirlo, de la historia. Es el segundo que diferencia entre hacer las cosas bien y hacerlas mal, y eso, tiene sus consecuencias.

P: ¿Cómo definiría su estilo como director en cuanto a la ejecución de planos?
R: Le doy rienda suelta a mi imaginación. Confío mucho en ella y es mi fuente de creatividad. Una vez que tuve el guion hecho, cogí un lápiz y mientras leía la historia, tal cual lo imaginaba en mi cabeza, la punta del lápiz iba escribiendo qué tipo de plano quería y cómo lo quería. Una vez que tienes eso lo haces, siempre y cuando mantenga un estilo visual, y que éste vaya evolucionando. 

P:¿Quién es su referente cinematográfico?
R: J.A Bayona, Steven Spielberg, Tim Burton y Peter Jackson. Tienen ese toque de fantasía y una creatividad en movimiento de planos que me resulta fascinante. Las historias que cubren las hacen suyas, dejan muy plasmada su marca, aparte de que su trabajo con actores me parece impecable. 

P: ¿Tiene más proyectos en mente?
R: Hay al menos otro corto que me gustaría hacer con dos ideas sobre la mesa. Una de ciencia ficción que ya tengo escrita, o si no, una de terror en la que colaboro con Manel R. Aguilar, que es el Director de Fotografía en The Game. Luego un spec (un anuncio falso). Todavía está pendiente qué es lo que se podría hacer, pero tiene mucho que ver con los videojuegos. Es una idea que tiene mucho potencial y esperamos que se pueda vender.  

P: ¿De dónde surge su vocación como cineasta? 
R: Desde muy pequeño mi madre siempre me sugirió escribir los sueños que tenía. Me resultaba increíble cómo la imaginación cuando uno duerme se vuelve tan loca y apasionante, así que decidí escribirlos. Me resultaba tierno compartir ese sueño que iba dedicado a algo o a alguien. Desde entonces, siempre he querido que algún día todos estos sueños escritos, tuvieran un mensaje a través de una película o un cortometraje. Además, en el colegio era actor de teatro. Tuve una magnífica profesora y compañero de actuación increíble donde descubrí las maravillas del arte escénico. Ahí decidí, para la universidad, introducirme en Periodismo y Comunicación Audiovisual con un enfoque mucho más dirigido a cine, fascinado por las películas y por sus historias, esperando que algún día yo pudiera contar las mías.

P: ¿Cómo se definiría como cineasta?
R: Me considero una persona que confía mucho en quienes componen el equipo. Si alguien tiene una idea, siempre estoy abierto a escucharla. Si esa idea funciona, se implementa en el rodaje. Con los actores, intento siempre entablar una relación cercana. Es fundamental que los actores vean al director no solo como el que dirige, sino también alguien de confianza. En cuanto a los jefes de departamento, me encanta saber qué es lo que piensan en cada momento, preguntarles qué podrían añadir. Creo, en definitiva, que si uno quiere ser director, tiene que saber delegar tareas y confiar. Mantener uno su propio estilo y siempre escuchar a los demás, porque al final tú eres el que va a ejecutar esa decisión, y siempre valorar y agradecer lo que hacen los demás, desde jefes de departamento hasta el puesto más bajo.