¿Por qué hay un vacío de poder en Bolivia?

El reciente expresidente de Bolivia, Evo Morales, ha aceptado la oferta de asilo político del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. El mandatario con más tiempo en la presidencia en la historia de Bolivia se exiliará en el país centroamericano tras su dimisión el pasado domingo.

Evo Morales llevaba en el poder desde 2006. La Constitución, que él mismo promulgó en 2009, establece que solo son posibles dos mandatos presidenciales seguidos. Debía gobernar hasta enero de 2020. Sin embargo, a lo largo de su larga presidencia ha protagonizado diferentes intentos para permanecer en el poder.

Un referéndum le negó la posibilidad de reelección. No obstante, el Tribunal Constitucional falló que su primer período no contaba, porque el país se refundó de República a Estado Plurinacional y porque se dio antes de que la Constitución de 2009 entrara en vigor. Esta decisión determinó, entonces, el derecho a la reelección indefinida, por lo que pudo presentarse para un tercero y luego para un cuarto mandato. No solo eso, los partidarios de Morales han alegado que el límite a la reelección lo discriminaba y violaba su derecho humano a participar en política.

Por ello, el 20 de octubre de 2019, Evo Morales fue capaz de enfrentarse al (también) expresidente Carlos Mesa en los comicios. Se cerraron las urnas. Con el 84% de votos contados, parecía que Morales ganaba por una pequeña ventaja, insuficiente para evitar una segunda vuelta. Pero entonces, el Tribunal Superior Electoral (TSE) detuvo el escrutinio de los votos. Casi 24 horas después, el conteo demostró que Morales triunfaba, con una diferencia de más de diez puntos. “Estadísticamente improbable", según los monitores electorales. Evo Morales se declaró a sí mismo ganador, lo que despertó una revuelta ciudadana, liderada por los comités civiles. Tres personas murieron, cientos resultaron heridas. Además, las fuerzas policiales retiraron su apoyo al mandatario. 

La Organización de Estados Americanos (OEA), con quien Evo Morales había llegado a un acuerdo para que efectuara una auditoría de las elecciones, dictó deficiencias en la gestión de las papeletas: desde falsificación, alteración, hasta manipulación y redireccionamiento de datos a servidores no autorizados. Así que en medio de la protesta, el expresidente anunció nuevas elecciones; sin embargo, los militares comunicaron que no iban a detener más a los manifestantes.

El presidente Evo Morales, el vicepresidente Álvaro García Linera, la presidente del Senado Adriana Salvatierra y el presidente de la Cámara de Diputados Víctor Borda fueron forzados a renunciar. Esto contribuyó al vacío de poder que ahora paraliza al país. Además, el presidente y el vicepresidente del cónsul electoral han sido arrestados por delitos electorales. 

Como todos los dirigentes que se encontraban en la línea de sucesión para asumir la presidencia renunciaron, es la segunda vicepresidenta del Senado, Jeanine Áñez, la que debe asumir la presidencia. Ella expresó que está dispuesta a aceptar el cargo para convocar unas nuevas elecciones, pero primero necesita un voto de confianza del Congreso; ya que es miembro del partido opositor. Hasta el momento, 20 miembros del Gobierno se han refugiado en la residencia del embajador mexicano.