Claves sobre el nuevo impuesto de equidad

El Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI) sustituye al antiguo Factor de Sostenibilidad y es contingente y temporal. Este impuesto tiene como objetivo volver a llenar la "hucha de las pensiones" mediante el reparto equilibrado entre las próximas generaciones para financiarlas en un futuro.

Con el envejecimiento de la población en niveles disparados, el paro actual, la inminente jubilación de la generación del 'baby boom' y el fondo de reserva de las pensiones prácticamente vacío, el Gobierno prevé la llegada de tiempos muy difíciles para las pensiones.

El MEI, que llegará en enero de 2023, no afectará a las pensiones, por lo que no se reducirá el importe de las mismas, a diferencia del derogado Factor de Sostenibilidad. Se trata de un nuevo impuesto que será asumido por todos los trabajadores independientemente de sus ingresos. Es decir, el porcentaje sobre el salario será el mismo para todos. 

Para pagar este nuevo impuesto, se descontará un 0,6% del salario de los trabajadores. De esta cantidad, los empresarios pagarán un 0,5% y los trabajadores pagarán el 0,1% restante. Mientras que para los autónomos, según la directora del Grado de Derecho en la Universidad Francisco de Vitoria UFV), Sofía Borgia, "el nuevo impuesto de equidad supondrá una progresiva subida en las cotizaciones de los autónomos que llegarán a pagar 370€ al mes, de cotización mínima en 2032 (16€ más que ahora)”.

Para Jose Alberto Molinet, Director de Administración de Personal y Relaciones Laborales la UFV, tanto las empresas, como los trabajadores asumirán un mayor coste al objeto de volver a rellenar la hucha de las pensiones que ha sufrido una importante merma en los últimos años: "Esto, unido al importante crecimiento porcentual de las bases máximas y mínimas de cotización para 2023 hará a las empresas soportar un incremento significativo en el coste salarial que les hace menos competitivas".

Pensiones
El Ejecutivo estima que en estos años se podrán ahorrar unos 42.000€ que serán destinados a pagar las pensiones, pero para Sofía Borgia, lo que debe importarnos es “si la medida adoptada por el Gobierno es suficiente para garantizar las pensiones de las personas que se jubilen a partir de 2032”. 

Se prevé que el posible incremento de las cotizaciones sociales genere unos ingresos anuales de aproximadamente un 0,2% del PIB. Sin embargo, según el Ministerio de Economía, la supresión del antiguo factor de sostenibilidad asociada a la aparición del nuevo impuesto puede generar una subida del gasto en torno a los 3,5 puntos del PIB en 2050. La previsión de incremento del gasto en pensiones de los próximos 30 años será de entre 8 y 12 veces más de lo que se prevé recaudar con este nuevo impuesto, que en principio solo se aplicará durante diez años.

“Llegará un momento en que, o tendremos que aumentar los ingresos con nuevos impuestos y nuevas subidas de las cotizaciones o habrá que reducir los gastos con la consiguiente bajada de las pensiones. Aquí está el quid de la cuestión que todo el mundo teme y es que las personas que se jubilen a partir de 2032 pueden ver cómo el importe de su pensión es inferior al de las pensiones actuales”, explica Sofía Borgia.

En cuanto a la política de implantación en las empresas, Molinet asegura que "No se necesita ningún tipo de política. Desde el momento de su aprobación es de obligado cumplimiento para las empresas y debe llevarse a cabo junto al resto de la recaudación".