Durante la última década, cerca de 800 periodistas han sido asesinados mientras hacían su trabajo. Más del 90% de los delitos cometidos contra periodistas están sin resolver y, por lo tanto, nunca han recibido castigo. Lo que consigue semejante nivel de impunidad es algo así como envalentonar a los autores.
La campaña apunta contra los sistemas judiciales y policiales exponiendo diez casos de impunidad: tortura, desapariciones y asesinatos. Entre los casos que destaca Reporteros Sin Fronteras, se cuentan el de la periodista mexicana María Esther Aguilar Casimbe, que murió en noviembre de 2009 a la edad de 33, mientras cubría asuntos penales y policiales; Syed Saleem Shahzad, de Pakistán, investigaba los vínculos entre al-Qaeda y el ejército, y fue hallado muerto en mayo de 2011 ; y el periodista franco-canadiense Guy-André Kieffer, que fue secuestrado en 2004 mientras investigaba las malas prácticas en la industria del cacao y cuyo cuerpo nunca fue encontrado. Encabeza la lista de RSF España el camarógrafo español José Couso, muerto en Bagdad en abril de 2003 por un proyectil del ejército estadounidense, cuando cubría la guerra de Irak.
La campaña utilizará el hashtag #FightImpunity.
Los crímenes contra los periodistas nos atañen a todos.
El Día Mundial Contra la Impunidad de los Crímenes Contra Periodistas fue establecido por la Asamblea General de la ONU, en homenaje a dos periodistas franceses de RFI, Ghislaine Dupont y Claude Verlon, asesinados en Malí el 2 de noviembre de 2013. Copatrocinada por cincuenta países, entre ellos Francia, la resolución fue aprobada por un comité de derechos humanos. El texto “insta a los países miembros a hacer todo lo posible para prevenir la violencia contra los periodistas y trabajadores de los medios”, investigar con prontitud todas las denuncias de violencia y llevar a los responsables ante la justicia.