A debate
El Periodismo ante las víctimas
5 minutos de silencio en la Puerta de Sol por las víctimas de los atentados de París | C. Cifuentes Flickr/CC
Rafael Salas | 14 DIC 2015
"Una emisora de televisión ha comprado por cincuenta mil euros los derechos de un vídeo de una cámara de seguridad de uno de los restaurantes ametrallados en la matanza de París del pasado 13 de noviembre. La mercadería de la desgracia, en un tiempo donde se consume todo, se supera a sí misma cada día. Si hay alguien que compra un vídeo de una matanza para difundirlo en su medio de comunicación es que aquí hay alguien enfermo. Esta sería la lógica comercial de unos grandes almacenes o del encargado de colocar la mercancía en las estanterías: si alguien está dispuesto a comprar algo se lo ponemos a su alcance. Claro que en este caso lo que se vende es radicalmente distinto.
Unos de los debates inacabados e inabarcables del Periodismo es si debe o no ser radicalmente explícito en las imágenes que afecten a las víctimas de cualquier tipo de violencia: de terrorismo, de género, de tráfico, de guerras, de catástrofes, etc. Cuando se publica la foto del cuerpo ensangrentado de una mujer asesinada por su pareja, de un cliente ametrallado en una terraza o de un niño anónimo muerto en una playa solitaria estamos casi siempre faltando al respeto y a la dignidad de esas víctimas y estamos creando otras víctimas indirectas por una relación de consanguinidad o afectividad. Ver a un hijo tirado en una carretera o a tu padre muerto a los pies de una mesa de una cafetería ametrallada no sé si tiene valor noticiable -que en algunos casos lo puede tener-, pero desde luego no en estos que es cuando el periodismo se convierte en un daño colateral y traumático.
Entre las directrices editoriales de la BBC (valores y criterios) se dice que «necesitamos compaginar la necesidad de ser exactos y precisos con el riesgo de insensibilizar o provocar una angustia injustificada» para añadir más adelante «a no ser que tenga una fuerte justificación editorial». El libro de estilo de 'El País' también incluye una referencia a este asunto cuando dice «Las fotografías con imágenes desagradables solo se publicarán cuando añadan información». Muchas veces se intenta alterar este principio en base a considerar el periodismo como una actividad que debe contar siempre la verdad; que en estos casos actúa como coartada moral".