Un nuevo informe elaborado por los expertos John Lloyd y Laura Toogood señala que, aunque ambas profesiones siempre han ido de la mano, lo cierto es que, mientras que las relaciones públicas han conseguido desligarse de su compañero de viaje y buscar aliados más poderosos, en la era digital, el periodismo ha llegado incluso a aumentar su dependencia hacia ellas.
El periodista John Lloyd ("Financial Times", "Reuters.com" y "La Repubblica") y la investigadora Laura Toogood han llevado a cabo un estudio que analiza las relaciones entre el periodismo y las relaciones públicas en la actualidad.
Ambas profesiones han mantenido una relación difícil durante más de un siglo, caracterizada por la dependencia mutua y, a menudo, una gran desconfianza. Sin embargo, en los últimos años, la evolución de las relaciones públicas corporativas y la comunicación política ha posibilitado que los medios de comunicación sean cada vez menos importantes para los persuasores.
Mientras que las relaciones públicas ya no dependen tanto del periodismo, este último ahora depende más de ellas que nunca. Es cierto que las relaciones públicas todavía siguen necesitando al periodismo, pero la diferencia es que ahora tienen otros aliados, a menudo más poderosos.
Internet, principalmente las redes sociales, han minado la reputación de las compañías. Pero es indudable que este canal ha servido también para que tanto las empresas como los gobiernos puedan comunicarse directamente con la población. Con el objetivo de proteger la marca, las relaciones públicas son ahora una profesión de primera línea, mientras que el periodismo lucha por sobrevivir.
Peter Himler, que conoce bien ambas profesiones, escribe un artículo en “
Forbes.com” en el que muestra su acuerdo con el informe respecto a que hoy en día
“cada organización es un medio de comunicación” capaz de crear y distribuir contenido directamente a sus grupos de interés, pero asegura que este fenómeno relativamente nuevo es un arma de doble filo cuando se descuida la objetividad de la fuente de la noticia.
Himler piensa que es positivo que el profesional de las relaciones públicas ya no tenga que depender únicamente de la buena voluntad de los periodistas para contar historias a sus clientes, pero lamenta la disminución de la influencia de las organizaciones de noticias a causa de su fragmentación.