"En España hay periodistas buenísimos"

Javier Aldea es uno de los pocos alumnos de la UFV que elige como destino Erasmus un país diferente. Muchos viajan a países europeos para vivir esta experiencia universitaria, pero Javier ha aterrizado en Seúl motivado por apostar por un lugar no europeo que le permitiera desafiarse a sí mismo y salir de su zona de comfort.

Corresponsales de paz entrevista al alumno UFV para conocer cuál es su percepción sobre la situación del periodismo en Corea del Sur y cómo es estudiar esta profesión en un país tan diferente a España.

P: ¿Cuál es la mayor diferencia que percibes entre el periodismo que se ejerce en España y el de Corea del Sur?
R: Creo que en España el periodismo que se está haciendo ahora es un periodismo muy de autor. Se busca mucho la voz y la gente va buscando personajes. Por ejemplo, la gente escucha Onda Cero o esRadio porque ahí escuchan a Carlos Alsina o a Federico Jiménez Losantos. Y ocurre también lo mismo en televisión. Yo creo que en Corea es un poco distinto, no importa tanto la persona que lo está contando, sino el medio de comunicación. Entonces, en ese sentido, se centran más en las informaciones. También es verdad que en España la situación permite tener más medios independientes que en Corea, porque no somos un sistema tan capitalista y porque no dependemos tanto de la publicidad como ellos. 

La mayor diferencia es que en Corea el periodismo político sí habla sobre lo que afecta directamente a la gente. En España últimamente la tendencia es hablar de los entresijos dentro de los partidos políticos y casi hacer un poco de prensa rosa. Aquí directamente se centran en lo que hacen los partidos políticos por la población y, lógicamente, cuando hay un caso de corrupción o cuando los partidos hacen algo mal.

P: ¿Existen límites a libertad de prensa en Corea de Sur?

R: Hay que entender es que la situación geopolítica de Corea del Sur es muy distinta a la de España. Corea del Sur está prácticamente en una guerra fría contra Corea del Norte. Al final, las informaciones que filtre la prensa son bastante más sensibles que las que se filtran en España, por ejemplo en el campo de la Defensa. 

P: ¿Hay algún intento de intervención directa del Gobierno en la libertad de prensa o en la práctica de los medios de comunicación?
R: Mostrar una intervención directa del Gobierno es difícil. Lo que sí que creo es que hay intervención directa de muchas grandes empresas. Como he dicho antes, es un sistema muy, muy capitalista y la economía del país está impulsada por las familias propietarias de grandes empresas, como el eje Hyundai o las telecomunicaciones. Tradicionalmente estas empresas han tenido contactos muy potentes dentro del Gobierno. Entonces, creo que quizá son las que más influyen en los medios, también porque son las que pagan la publicidad. Esto también pasa en España, pero en Corea esto se multiplica. 

P: ¿Qué aspectos se podrían aprender en España de la forma de ejercer el periodismo en Corea del Sur y viceversa?
R: Nosotros creo que deberíamos aprender de ellos a dejar un poco de lado esa prensa rosa en el periodismo político de la que os hablaba antes. La prensa política española debería abordar las medidas y lo que hacen los partidos por la población y no tanto lo que ocurre dentro de los partidos. De esta formal lo que se consigue es presionar un poco a los a los partidos políticos para que hagan cosas por la población. 

Ellos deberían aprender de nosotros a involucrarse más con las causas sociales. Corea del Sur, aunque tiene muchas virtudes, también tiene unos problemas sociales muy gordos, por ejemplo el tema del suicidio relacionado con querer tener cuerpos perfectos... Todos estos problemas están en muchas redes sociales. Creo que la sociedad puede cambiar desde la prensa, y eso en España sí que se ha demostrado. 

P: ¿Qué medios alternativos utiliza la población, especialmente los jóvenes, para mantenerse informada? 
R: Por supuesto la prensa, radio y televisión son los más habituales. En cuanto a lo que la gente joven consume, son cosas completamente diferentes a las nuestras. Aquí, por ejemplo, Google o Facebook no tienen mucha potencia. Ellos utilizan su propia red social que tiene su propio buscador y sus propios medios, que se llama Naver. El buscador y las redes sociales pertenecen casi todas a una empresa llamada Kakao, que es la que dirige básicamente las telecomunicaciones. Y por ahí sí que es habitual encontrarse foros en los que se comunica la gente. Los coreanos en el tema de redes sociales están a años luz de nosotros, van un paso por delante. Yo creo que toda su vida social y la información que manejan está mucho más centrada en las redes sociales, sobre todo por parte de los jóvenes. 

P: ¿La población jóven en Seúl tiene más interés en informarse de la actualidad en comparación con España?
R: Hay de todo, como en cualquier generación. Hay gente que estará súper informada y gente que no tanto. Yo no he notado que haya un interés mucho mayor. De hecho me sorprendió que no fuera mayor porque aquí la situación política es más complicada. Quiero decir, creo que si en España estuviéramos en riesgo de guerra, prácticamente todos los jóvenes estaríamos súper informados, pero al final aquí se han acostumbrado un poco a vivir en esa situación y por eso no están tan interesados. Yo creo que también tienen muy desviada la atención hacia la industria del entretenimiento con todo el tema del kpop (música popular coreana) y los dramas coreanos, eso sí que es una industria perfectamente creada a medida y acapara toda la atención de los jóvenes. Es muchísimo más potente y rentable que el sector de los medios de comunicación.

P: En el caso de Seúl, ¿los medios generalistas intentan competir con las redes sociales por el control de la información?
R: No. Por un lado son dos targets completamente distintos el de las redes sociales y el de los medios de comunicación. Por otro lado, no pueden competir contra gigantes como Kakao o como BTS, que aunque sea un grupo de Kpop coreano lo podríamos considerar un ente propio, creo que representa el 1% del PIB del país que es una barbaridad. Entonces han separado un poco sus caminos y las redes sociales están en una deriva que va mucho más por delante y que, como decía, es muchísimo más rentable económicamente hablando.

Sobre Javier Aldea

P: ¿Cuándo descubriste tu vocación por el periodismo? 
R: Yo no soy una persona que supiese a lo que se quería dedicar desde pequeño, lo descubrí mucho más tarde. Siempre he sido una persona muy curiosa, que es lo esencial para un periodista. Al final de bachillerato mi madre quería que estudiara magisterio, pero buscando entre las carreras al final elegí periodismo, un poco porque me gustaba y otro poco por casualidad. Conforme fuí estudiando el Grado y con los primeros trabajos que hice, me di cuenta de que esto era lo mío, sobre todo a partir de tercer curso. 

P: ¿Algún aspecto cultural de Corea del Sur que te guste y otro al que te haya costado más trabajo adaptarte?
R: Un aspecto que me gusta y que no me esperaba para nada es que los coreanos tienen muchas ganas de conocer a la gente que viene de fuera y son muy abiertos. Lo que he experimentado con los estudiantes es que son gente que tiene ganas de viajar y de conocer gente que viene de fuera, incluso aunque no hablan inglés se intentan comunicar de cualquier forma. También es una cultura bastante cívica y eso hace que Corea del Sur sea un país seguro y en el que puedes confiar en la gente. En España, lógicamente todo el mundo sabe que somos un poco más pícaros. Aquí como son tan cívicos, al final todo el mundo te intenta ayudar porque saben que si has hecho algo mal es un error y que no tienes intención de hacerlo.

Ver esta publicación en Instagram

Una publicación compartida de Corresponsales de Paz (@corresponsalesdepaz)