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Francisco Barrio y Alex Boserman, alumni de la Universidad Francisco de Vitoria (UFV), trabajan en una de esas denominadas “profesiones del futuro”, son fundadores de MrEveryone, una agencia de influencers. Los antiguos alumnos representan a estas nuevas figuras de la publicidad, con el objetivo de poner en práctica un modelo que rompa con las estrategias tradicionales.
¿Qué es MrEveryone?
Francisco: Nació como un pequeño proyecto de juntar influencers, de crear algo con equipos y redes de influencers, pero ha acabado siendo una agencia de publicidad con un canal propio de difusión que son los influencers. Actuamos como representantes y también como publicistas, unificando esos dos pequeños mundos que tienen mucho que ver, pero que todavía no se habían unido al 100%.
¿Esta agencia tiene alguna relación con Wild Mind Creative Lab?
Francisco: Sí, completamente. Alex y yo fuimos socios de Wild Mind, una iniciativa que surgió cuando ambos estábamos en segundo de carrera. Nos juntamos cinco chicos de Publicidad y empezamos a montar lo que nosotros llamamos un laboratorio creativo. Queríamos entrar en contacto con algunos clientes. A raíz de un trabajo que hicimos en clase, decidimos presentarnos a distintos concursos de publicidad. Ganamos unos cuantos y dijimos: “¿Por qué no salimos al mercado y buscamos algunos clientes?”.
¿Cómo definirían una agencia de influencers?
Francisco: Por un lado, están las agencias y empresas que lo único que hacen es poner en contacto a empresas con influencers. Tienen bases de datos enormes de influencers y si una marca necesita a alguna de estas figuras, acude a esta agencia y le pasan una lista de todos con los que podría trabajar. También hay otro modelo que es el que llevamos nosotros, que somos una agencia que crea campañas con influencers. Vamos a la marca y le ofrecemos una campaña en la que abarcamos los ámbitos de la producción, la creatividad y la estrategia y, además, utilizamos como canal a los propios influencers a los que representamos. También está la figura del representante único que coge a grandes figuras del entorno de las redes sociales y las pule para que lleguen a ser famosos y cada vez sean más interesantes para las marcas.
“Abarcamos los ámbitos de la producción, la creatividad y la estrategia y utilizamos como canal los influencers”
¿Cómo definirían exactamente lo que es un influencer?
Francisco: En palabras muy rápidas y reduciéndolo a lo mínimo, un influencer es una persona que tiene la confianza de otras personas. Es una persona a la que siguen desde 2.000 hasta 2.000.000 de personas, porque tiene sus mismos gustos, piensa de manera parecida, porque viste igual, porque le transmite algo, porque se siente identificado…
¿Con cuántos influencer colaboran? ¿Hay alguno famoso?
Francisco: Actualmente, representamos a 14, pero colaboramos con todos los que sea posible. No necesariamente tenemos que representarles para, si surge una campaña interesante, poder acudir a uno de ellos. Representamos a alguno famosillo, David Herranz, El Blog de Silvia… pero son influencers medios. Están los microinfluencers, medioinfluencers y top influencers. Los nuestros tienen un volumen de seguidores bastante considerable, pero no son figuras públicas.
¿Cuál es el número de seguidores para ser micro, medio o top?
Alex: Un micro, entre 10.000 y 50.000 seguidores; un medio, entre 50.000 y 200.000 seguidores; y un top entre 200.000 a 500.000, o más seguidores. Ahora están apareciendo pequeñas agencias que llevan a muchos microinfluencers, de incluso menos de 10.000 seguidores. Eso a nosotros tampoco nos interesa, estamos más en el medio porque buscamos influencers entre 30.000 y 200.000 seguidores para poder crear un equipo, una red, que si se juntan entre ellos puedan realmente llegar a un millón o a dos millones…
“Buscamos influencers entre 30.000 y 200.000 seguidores para poder crear un equipo”
¿Creen que los embajadores de marca son el futuro de la publicidad?
Francisco: El futuro de la publicidad es una incógnita. Lo que sí tengo claro es que está cambiando el paradigma de la publicidad porque los medios tradicionales están cada vez perdiendo más tirón. Requiere tal cantidad de inversión aparecer en estos medios tradicionales, que si esa misma inversión la enfocaras de otra manera, con influencers, los resultados serían muchísimo mejores. Por lo tanto, el futuro de la publicidad va a estar muy cerca de estas figuras.
Alex: Lo que hay que tener en cuenta es que siempre han estado ahí, antes se llamaban famosos, mucho antes femme fatal… Siempre han existido estos que son los protagonistas, la imagen de algo. Sin embargo, ya nos hemos vacunado mucho frente a los medios convencionales, el típico famoseo. Sabemos que son casi productos a los que guían por detrás. Por lo tanto, esto es un boom, chicos sin cadenas y haciendo lo que piensan, diciendo lo que quieren. La gente se siente muy identificada con ellos porque ven que realmente es puro, no hay alguien detrás guiándoles. Ahora están explotando y quizás se hable durante uno o dos años, no le doy más de cinco, pero dentro de unos años cambiará el estilo de red social, cambiará la plataforma, no el influencer, este seguirá existiendo, aunque se acabará transformando en algo distinto.
¿Creen que si se saca a los influencers de las redes sociales tendrían el mismo poder de influencia?
Alex: No, las redes sociales son su arma, lo que están utilizando ellos para llegar a todo el mundo. Si les quitas eso no tienen el medio de comunicación para llegar a sus seguidores. Las redes sociales han creado esta opción de nuevo influencer, antes tenías que ser alguien o haber hecho algo espectacular para pasar a los medios. Hoy en día cualquiera puede si se lo trabaja, si tiene algo que aportar.
Habría que regular esa relación entre el influencer y las marcas, que sea la gente consciente de que ese contenido se paga…
Alex: Eso tiene que acabar regulándose porque es inevitable, si no es un caos. Va a ser muy complicado, esto va a llevar mucho tiempo porque cuando estás en un bar comiendo y bebiéndote una Coca-Cola, y sacas una foto en la que sin darte cuenta sale la Coca-Cola, ¿eso es product placement?, ¿o simplemente me he hecho una foto con un amigo y ha aparecido una Coca-Cola? Ahí es donde entra el problema de la regulación. Es un problema en general del mercado. Ese factor humano escapa de todo el mundo. Mucha gente se va a echar para atrás, se va a romper esa publicidad inconsciente que realmente es sincera y pura, no hay nadie detrás, no está el titiritero.
¿Desde MrEveryone se proporciona a los influencer algún tipo de información o consejo sobre las redes sociales?
Francisco: Nosotros actuamos como representantes, es decir, cuando empezamos a trabajar con un chico, nosotros estamos disponibles para él a cualquier nivel: para enfocar su contenido, para guiarle y ver qué contenido le pega más, si necesita producción… No funcionamos como un manager que tiene dos representados y los pule totalmente, les dice lo que tienen que hacer. Nosotros dejamos libertad a los chicos para que creen su propio contenido y su propio estilo porque son ellos los que mejor saben cómo conseguir seguidores y cómo serles fiel.
“Nosotros dejamos libertad a los chicos para que creen su propio contenido y su propio estilo”
¿Qué oportunidades se les han presentado con MrEveryone?
Alex: Gracias a que tenemos el producto, que tenemos chicos que están en la tendencia se nos han abierto muchas más puertas que de costumbre. Por ejemplo, con Wild Mind no nos abrían las puertas tan fácilmente porque teníamos un producto más clásico, estrategias y campañas creativas, como todos. Ahora tocas la puerta y dices agencia de influencers: tengo la cartera, tengo un pequeño catalogo, estrategias, colaboradores… Gracias a eso, muchas puertas que antes estaban cerradas ahora se han abierto.
¿Más o menos cuánto puede costar una campaña de influencers?
Alex: Depende de muchos factores, pero ahora el mercado oscila más o menos a cinco euros por 1.000 seguidores, y de ahí vas sacando los cachés de cada uno. Si tienes 100.000 seguidores, tienes alrededor de 500 euros por un post. Teniendo en cuenta que luego a los chicos les puede gustar más o menos el producto y regalar otro post, los stories o un directo…
Francisco: De todas formas, es muy relativo. Esta pregunta se la hace todo el mundo. Nadie sabe cómo se paga, este es uno de los principales retos a los que nos enfrentamos día a día. De todas maneras, nosotros siempre tendemos a dar más valor a nuestra oferta con la creatividad. Intentamos salir del concepto tradicional de campaña y coger varios chicos para presentarles en equipo y conseguir estrategias mejores.
¿Cuáles son sus proyectos de futuro?
Francisco: Queremos llegar a representar a entre 20 y 30 chicos y empezar a montar las campañas en equipo. A partir de ahí, nuestra proyección real es coger a estos chicos, desarrollar mucho la parte estratégica, la parte de creatividad para darle fuerza al pilar que es la agencia de publicidad.
A grandes rasgos, el objetivo real de MrEveryone es que llegue un día en que la gente vea a los influencers a los que representamos como el quipo MrEveryone. Que haya una imagen global de la agencia como de influencers de calidad. Por esta razón no queremos llegar a representar a 1.000 influencers, porque al final solo los 10 de siempre son los que hacen las campañas. Nosotros cogemos a los 20 que se utilizan siempre y a esos 20 los hacemos brillar como a nadie.
Sobre la UFV…
¿Cómo recuerdan su paso por la universidad?
Francisco: Tanto Alex como yo, puedo hablar por él también, tenemos una imagen muy buena de nuestro paso por la UFV. Sobre todo, porque el trato era personal completamente. Podíamos tomarnos un café con un profesor y comentarle nuestras inquietudes. Además, nos dieron muchísimo apoyo con Wild Mind y pudimos trabajar con clientes desde segundo de carrera.
Alex: Mi experiencia es muy curiosa porque yo venía de otra universidad en la que no había un ambiente de cooperación. Cuando llegué aquí me di cuenta del ambiente que han logrado crear… Me sentí capaz de hablar con unos y con otros y montar algo bonito, de coger a un profesor, sentarle y decirle: “Mira estamos haciendo esto, ¿qué te parece?”, y saber que realmente me va a responder y que incluso va a poner de su parte para intentar apoyarnos.
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