"Hay que reactivar la economía y volver a la normalidad, sin adjetivos"

El profesor de la Universidad Francisco de Vitoria (UFV) y doctor en Economía, José María Rotellar, analiza la crisis provocada por el coronavirus desde el punto de vista económico y el impacto negativo que puede tener en los ingresos de las familias españolas. El docente da respuesta a cuestiones suscitadas en las últimas semanas, como es el caso de la renta mínima, analizar si es una propuesta viable o si por el contario hay otras alternativas mejores. Asimismo, Rotellar explica por qué nacionalizar las empresas privadas supone un riesgo para las inversiones nacionales y extranajeras en un futuro inmediato.

P: La renta mínima, impulsada por el ala de Podemos dentro del Gobierno, ¿es una propuesta viable? 
R: La renta mínima no es una propuesta viable. Una renta mínima permanente desincentiva el trabajo y convierte a la sociedad que la recibe en una sociedad subsidiada. Los ciudadanos lo que quieren es poder trabajar por ellos mismos. Una cosa es que haya que atender las necesidades perentorias que surgen en estos momentos, por supuesto no se puede dejar a nadie desasistido. Pero para ello se podría implantar, por ejemplo, una prestación de subsidio por desempleo que cubra a las personas durante este tiempo, aunque no se tuviese derecho a él, como se hizo con personas afectadas por los ERTE. Lanzar una propuesta de renta mínima vital permanente es insostenible como medida de gasto. La Seguridad Social pasa por una situación muy delicada y esto supondría un problema mayor.

P: ¿Qué medidas debería emprender el Gobierno para hacer frente a esta crisis económica y en especial para frenar o combatir el desempleo?
R: El Gobierno debería proveer de liquidez ilimitada a las empresas porque hay que mantener el tejido productivo en pie. En primer lugar, se les ha obligado a cerrar por decreto, por tanto, es de justicia que se les sostenga ante ese cierre que ha provocado una merma completa de sus ingresos. Y, en segundo lugar, porque hay que mantener ese tejido productivo, si mantenemos las empresas en pie o el grueso de las mismas, será mucho más rápida y robusta la recuperación. Además, se recuperarán también puestos de trabajo de una manera mucho más veloz. Si se les deja caer, esa recuperación será más lenta, más débil y muchos puestos de trabajo se perderán para siempre.

Proveer liquidez ilimitada es la mejor manera para frenar el desempleo, junto a ello, condonación de impuestos y cotizaciones a la Seguridad Social para empresas y autónomos mientras duren las restricciones. Asimismo, llevar a cabo reformas estructurales que dinamicen la economía española, dentro también de un plan de reequilibrio presupuestario que nos devuelva a los cumplimientos de los objetivos de estabilidad, que durante este año están en suspenso. Durante este año hay que aprovechar los fondos que sean necesarios para poder sostener esta situación, pero desde luego, estos no deben quedar fijos de manera estructural, sino que son fondos para atender la actual emergencia. A partir del año que viene, habrá que volver al equilibrio presupuestario y tener un buen plan trazado de reducción de déficit y deuda para garantizar la solvencia de nuestra economía.

P: ¿De qué manera perjudica a la economía nacionalizar las empresas privadas?
R: Nacionalizar empresas privadas no es la solución, la propiedad privada hay que respetarla, al igual que la seguridad jurídica de nuestra economía. Una cosa es que la Unión Europea haya podido flexibilizar la entrada en el capital de empresas privadas por parte del Estado, en circunstancias en las que sea necesario para poder sostenerlas y marcando muy claramente un plazo máximo de salida de seis años; y otra muy distinta es nacionalizar empresas privadas. Desgraciadamente esto podría abrir la puerta a que hubiese una tentación nacionalizadora, como ya han expresado miembros del Gobierno, especialmente de Podemos, y eso no solo no sería una solución, sino que constituiría un grave problema que perjudicaría a posibles inversiones futuras, tanto nacionales como extranjeras ante el miedo de poder ser nacionalizadas en algún momento.

P: Ante el panorama de recesión económica que se avecina, ¿qué consejo daría a las familias españolas?
R: Desgraciadamente hay muchas familias que lo están pasando mal. Lo están pasando mal porque hay casi 3 millones y medio de personas en situación de ERTE, 3.100.000 por fuerza mayor. Se han destruido 940.000 puestos de trabajo entre el 12 de marzo y el 30 de abril, como podemos ver en los registros de afiliación a la Seguridad Social. Hay ya casi 4 millones de parados. Hay 1.100.000 autónomos que se han tenido que acoger al cese de actividad. Por tanto, son casi 8 millones y medio de personas los que ahora tienen una incertidumbre muy importante sobre su futuro, además de la incertidumbre que tiene el conjunto de la población española. Quizás, el mejor consejo sería que fuesen prudentes al respecto, que intentasen ser cautos en la toma de decisiones que pudiesen tener, tanto de consumo como de inversión, y que debe imperar entre todos, desde la máxima prudencia, la reactivación total cuanto antes y la vuelta a la normalidad, sin adjetivos, de la sociedad y de la economía española, para poder seguir prosperando, porque si no, la situación de desempleo puede ser muy dramática. Muchas familias pueden empezar a pasar hambre, algunas ya lo están pasando. Además, el conjunto del empobrecimiento de la sociedad puede ser muy letal, porque va emparejado lógicamente a una pérdida o peor prestación de los servicios públicos, esto también afectaría a los servicios sanitarios, lo que podría dar lugar a una mayor tasa de mortalidad, por todo tipo de enfermedades. Por tanto, hay que reactivar la economía cuanto antes y volver a la normalidad, sin adjetivos.