La Asamblea general de Naciones Unidas ha aprobado una resolución en la que acuerda fijar el 2 de noviembre como día internacional contra la impunidad de los crímenes cometidos contra periodistas, respondiendo así a las solicitudes que Reporteros Sin Fronteras (RSF) lleva años presentando, según informa la ONG en un comunicado. Para el secretario general de RSF, Christophe Deloire, tanto la resolución adoptada como el simbolismo de la elección de un día para pedir el fin de la impunidad "son más importantes que nunca".
"Escogiendo esta fecha, Naciones Unidas manda un mensaje contundente a aquellos que persiguen a los periodistas”, asegura. RSF recuerda que 2012 fue el año con más periodistas asesinados, un total de 89, desde que esta organización iniciara este funesto barómetro en 1995. La cifra también es elevada en lo que llevamos de 2013, con 52 profesionales asesinados, siempre por causas relacionadas con el ejercicio del periodismo.
La resolución de la Asamblea General de la ONU condena cualquier ataque y acto de violencia contra periodistas, tanto en zonas de conflicto, como en zonas con una situación no conflictiva, teniendo en cuenta también, tal y como pedía RSF, a los informadores no profesionales. La resolución 1738, iniciada por Reporteros Sin Fronteras, que condenaba los ataques a periodistas en zonas de conflicto, y que fue adoptada por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, en diciembre de 2006, junto con el Plan de Acción de Naciones Unidas para la Seguridad de los Periodistas, adoptado en 2012, ya supusieron un paso importante en la protección de los profesionales de los medios de comunicación.
"Esta última resolución supone indudablemente un nuevo paso en la misma dirección. Con todo, el problema sigue sin ser un vacío legal, sino una falta de comprobación del cumplimiento de las obligaciones en la materia de los Estados miembros, en particular, la obligación de proteger a los periodistas, investigar todos los actos de violencia y llevarles ante la justicia", recuerda Deloire.
Por ese motivo Reporteros Sin Fronteras pide medidas efectivas que vigilen el cumplimiento de las obligaciones que tienen los Estados. El papel que juegan los ciudadanos en la actualidad en la difusión de información y el origen de la mayoría de violaciones a la libertad de información, muchas de ellas lejos de las zonas de guerra, hacen que resulte también necesario que los Estados amplíen sus obligaciones para abarcar a los informadores no profesionales más allá de los conflictos armados.