Pablo A. Iglesias, Alumni de la UFV
Pablo Andrés Iglesias es un enamorado del Periodismo con mayúsculas. Comprometido, de los que vibran por el bien común, la función social y la calidad de los medios. Por eso, esta conversación le viene como anillo al dedo. Minutos antes de empezar, nos advierte que pensará un poco cada respuesta, porque el día anterior hubo debate electoral, terminó tarde de trabajar, y ha dormido poco. Nada de eso: es rápido, casi eléctrico, en todas sus intervenciones: cada respuesta está perfectamente elaborada, razonada. Periodismo en vena.
Servimedia es la agencia social número uno en España. Más de un 40 por ciento de los casi cien periodistas tienen alguna discapacidad. El director de información y contenidos, Pablo A. Iglesias, disfruta hablando y alabando el trabajo de cada uno de “sus discapacitados”. Aprende de todos, porque cada uno tiene sus capacidades, que les convierten en grandes profesionales de la comunicación.
Verdad, ética, bien común, calidad de los medios, periodismo social. Media hora de conversación bien aprovechada, que al final sabe a poco, porque había mucho de qué hablar…
Más o menos, la mitad de las noticias de su agencia son de carácter general y la otra mitad tienen una vertiente más social. ¿Apostar por las dos vías, no es quedarse en terreno de nadie?
Servimedia da máxima trascendencia a la información social porque hay que tener presente que es una empresa que depende de la Fundación ONCE. Lo llevamos, por tanto, en nuestro ADN: tenemos una vocación social inmensa. Más allá de esto, con los años de crisis económica del último lustro, lo que a la gente realmente le importa es lo que le ocurre en su vida diaria. Con lo cual, el periodismo social es cada vez más importante, porque es lo que más toca la fibra a la gente.
Servimedia, para los temas sociales, ¿ejerce un periodismo de denuncia o prefiere el enfoque de los asuntos en clave positiva?
El periodismo social tiene tres posibilidades. Una es contar lo que pasa, los datos; otra es la de denuncia, para tratar de sacar a relucir injusticias que se producen en gente vulnerable, con dificultades. Y luego, la tercera vía, la más positiva, la más constructiva para la sociedad, es mostrar la inclusión y enseñar cómo hay gente que hace tremendos esfuerzos para sobrevivir en el día a día. Este periodismo merece la pena porque lo que hace es poner en valor el esfuerzo que realizan muchísimas personas.
El periodista de siempre, el de calle, el reportero inquieto, ¿qué características debe tener para no caer en la poltrona de Google?
Internet y las redes sociales están dando muchas posibilidades al periodismo, para que tengamos más información que nunca. Pero nos llega porque nos la están contando otros. El verdadero periodismo no es ése: debemos acudir a las fuentes originales, saber lo que ha ocurrido, y contarlo nosotros. Por tanto, el periodista de agencia siempre está obligado a salir, y si está en la redacción –que lo puede hacer- debe comunicarse directamente con las fuentes, ya sea a través de whatsapp o de un mensaje privado de Twitter.
El periodista de agencia puede parecer alguien sin alma, sin vida propia: no firma, no tiene reconocimiento social,… ¿Cómo motivar a un profesional así, que a la vez es imprescindible?
El periodista de agencia es, sin duda, el más anónimo de todos; y a veces puede parecer que es el más ingrato: trabaja y escribe mucho, cuenta exclusivas todos los días, pero no puede firmarlas; puede parecer un trabajo desagradecido.
Si lo analizamos a fondo, concluiremos que el periodista de agencia tiene que hacer un sacrificio y un esfuerzo intelectual mayor que otros profesionales de los medios. Un periodista que escribe en un diario con una línea editorial suele ser más afín a ese ideario, y entonces ve y escribe lo que piensa; el periodista de agencia tiene que hacer un doble esfuerzo intelectual, porque sabe lo que ha pasado, piensa con sus ideas, pero cuando escribe tiene que dejar al margen esas ideas para intentar ser objetivo.
Creo que el periodismo de agencia es un periodismo que habría que reivindicar; ha sido un periodismo clásico, de toda la vida, el que nos ha traído hasta aquí, y que deberíamos recuperar para el futuro.
Como profesor de una facultad de Comunicación de la Universidad Francisco de Vitoria, ¿qué exigiría a un joven licenciado de hoy: lo de siempre, o han cambiado las competencias?
El siguiente
vídeo recoge lo mejor de la entrevista a Pablo A. Iglesias, profesor y alumni de la UFV:
Entrevista publicada en www.conversacionescon.es y reproducida parcialmente en Corresponsales de Paz por gentileza de la dirección de Conversaciones con.