"Las radios tienen que equilibrar investigación y arte"

Alfredo Arense es profesor doctor en Periodismo en la Universidad Francisco de Vitoria. Compagina su actividad en la radio y la docencia con la dirección de Mirada21 TV, la televisión de la UFV. Desde el pasado mes de febrero es director y presentador del programa Backline de Radio 3 extra, la plataforma audiovisual y multimedia de Radio 3.  

P:¿Cómo surge el proyecto Backline?
R: Surge como un programa que trata de reflejar las conversaciones que hay en los lugares de ensayo entre los grupos, y que muchas veces no trascienden. Son grupos que son interesantes y surge como un proyecto que le propongo yo a Radio 3 y que les encaja.

P: ¿En qué se diferencia de otros programas en los que también tocan en directo los grupos? 
R: El concepto Backline en música son los instrumentos, el equipamiento técnico que tiene un local, una sala cuando un grupo va a tocar. Es todo lo que hay detrás y de ahí surge el nombre. No es fácil porque al final llegas con una cámara y es un elemento muy intrusivo: cuando a alguien le pones una cámara, se intimida bastante. Pero el objetivo está en intentar crear un clima apropiado.

P: ¿A quién va dirigido?
R: Al público de Radio 3 que le gusta la música, que consume música y que quiere ver algo más de sus artistas. No se trata de hacer un programa que busque el cotilleo o la vida privada de los artistas. Se trata de saber qué hay detrás cuando se bajan del escenario, pero siempre relacionado con el mundo de la música: de qué hablan, cuáles son sus inquietudes…

P: ¿Qué le aporta a nivel personal este nuevo programa y tras una larga trayectoria radiofónica?
R: Me aporta mucho porque es como juntar elementos de la radio con elementos de la televisión y hacer un formato audiovisual que se consume en la web de RTVE. Entonces, tienes que tener en cuenta los elementos del lenguaje audiovisual, el lenguaje sonoro y los elementos de radio. Y donde la parte del audio es muy importante porque estás trabajando con música. Para mí, el mayor reto es que yo quería que fuera un programa muy natural, muy de verdad. Y a veces me daba la sensación de que me estaba saltando ciertas normas técnicas y estéticas de lo que es un rodaje o una grabación de un programa: ciertos movimientos de cámara, enfoques y desenfoques pretendidos… Mi reto estaba en que quedara un producto profesional, de consumo, con calidad, pero que no pareciera frío. Eso es lo más complicado.

P: ¿Backline es solo audiovisual o también se puede emitir únicamente en radio?
R: De momento está siendo solo para Radio 3 extra, para la plataforma audiovisual de Radio 3. Me parece interesantísimo porque al fin y al cabo se trata de ofrecer un producto que al final responde a las demandas y al consumo que estamos teniendo todos, porque cada vez más tenemos radio a la carta. Probablemente, el proceso sea que llegue un momento en el que tú escuches la radio que ellos te dan ya hecha muy poquito y vayas solamente a lo que a ti te interesa. Entonces, cuando eso llegue y cuando eso pase tendremos que reinventarnos y Radio 3 ya lo está haciendo. Entonces, esa sinergia y esa retroalimentación son buenas.

P: ¿Por qué apuesta por este formato?
R: Radio 3 es una radio pública y la radio pública tiene la obligación de ir por delante y ofrecer cosas que las otras radios privadas no pueden hacer. Entonces, supuestamente, tiene que ser pionera, innovadora. Tiene que ser vanguardista, seguir un poco las tendencias de los nuevos hábitos de consumo y marcar un recorrido diferente al de las radios privadas que se deben a una cuenta de resultados.

P: ¿Qué le ha enamorado de la radio musical?
R: Lo que más me gusta es que usa el elemento de la música, el elemento sonoro para transmitir emociones, para comunicar, para generar estados de ánimo. Eso a través del lenguaje, del audio, es posible que se produzca. 

P: ¿Qué le queda por descubrir todavía a los nuevos programas de magacín de música?
R: Yo creo que la radio musical ahora se tiene que enfrentar a un problema y es un cambio de paradigma de escenario. Las discográficas y las multinacionales no producen, no tienen el éxito que tenían antes. Los artistas, cada vez más, se promocionan por otras vías y otros canales como Internet o los festivales. Al final, las radios tienen que intentar y se tienen que tomar como un reto personal el intentar equilibrar la investigación con el arte, es decir, la parte de mercado con la parte más artística.

La radio siempre tiene que emocionar y sorprender, pero también es un producto. Antes, no se estudiaba para nada el producto, y ahora estamos en un punto en el hemos dado la vuelta a la tortilla y es todo investigación. Tiene que haber un equilibro entre las dos cosas. La investigación es superimportante y yo creo muchísimo en ella. Pero también creo en la capacidad de comunicar, de innovar y en la capacidad para transmitir sensaciones. Al final es un trabajo artístico que juega con las emociones. Y las emociones no siempre son una teoría de A, B y C.

P: ¿Ha superado la radio la crisis de los medios?
​R: Yo creo que la radio siempre sobrevive, pero está en un momento bastante difícil. Cuando llegó la televisión o YouTube, no había ningún riesgo, pero ahora que existe la radio a la carta sí que hay un riesgo y es que cada vez va a haber más oferta.
Dentro de nada, vamos a poder escuchar la radio en el coche y no solo las 10 emisoras que tenemos en la FM, sino que vamos a poder acceder a cualquier canal a través de streaming. Eso va a hacer que todas las radios tengan que ponerse las pilas y posicionarse. Al final, eso va a responder a una segmentación. Lo que va a cambiar es que no va a existir una radio tan abierta en target. Va a haber una segmentación muy muy afinada.
Yo siempre digo que el principal problema que detecto ahora mismo en la radio musical es que no hay coherencia en su formato. Intenta ser un surtido Cuétara de muchas cosas, porque no va a satisfacer ni a uno ni a otro. Esa segmentación tan abierta, esa falta de coherencia y ese rigor, falta. Los medios de comunicación y sobre todo la radio tienen un problema, que es que tienen muy poca paciencia. Y los productos de radio son constantes y se cocinan a fuego lento.

P: ¿Hay algún truco para visualizar a esa persona a la que uno como locutor se dirige en la radio?
​R: Sí, ponerle nombre. Esto los consultores lo han trabajado mucho. Tienes que ponerle un nombre y definirle una serie de actitudes para que tú visualices exactamente a esa persona, porque si no, no es fácil. Somos todos muy distintos y cada vez los grupos son más pequeños.
Antes solo había tres o cuatro medios de comunicación grandes que ofrecían de todo, para todos. Pero, ahora, el “de todo”, no sirve porque hay tanto que hay que segmentarlo mucho más. Es complicado, los targets son muy pequeños y hay que ir hacia ellos.

P: ¿Backline Ha tenido buena acogida?
R: Sí, ha tenido muy buena receptividad en la industria discográfica. Sobre todo en los artistas, que han visto una oportunidad de poder hacer entrevistas en su casa. Porque, normalmente, a ellos se les saca y se les lleva a un plató de televisión o a una radio y no es su sitio. Entonces, es llevarlos a su casa, en su estudio, con su guitarra. Se sienten muy cómodos, es un entorno en el que resulta muy cómodo tener una charla con ellos. Y luego los seguidores se dan cuenta de cómo es el artista, de que detrás de eso hay mucho más.

Su paso por la UFV

P: Es Alumni de la universidad y actualmente profesor y director de Mirada21 Tv, ¿cómo se siente desde el otro lado de la barrera?
R: Me llama mucho la atención ver todo lo que ha crecido la universidad, todo lo que progresa. En las clases, recuerdo y sé perfectamente dónde me sentaba yo. Y llega un momento en el que es inevitable y algo que has jurado que no vas a hacer, lo haces. Es decirle a los alumnos: “Yo también he sido alumno y he estado ahí sentado”.

P: ¿Cómo ve a las futuras generaciones de periodistas?
R: Las veo bien. Lo que hecho un poco de menos es que los alumnos no tengan ningún referente. Y no sé si es culpa de los alumnos o es culpa nuestra. Pero les preguntas "dime cinco locutores de radio que te gusten", y es muy complicado que te digan más de uno. Eso no sé si es fallo de los propios medios de comunicación, que ya no generan ese tipo de pasión y se han despersonalizado o que los alumnos han perdido el interés. Me preocupa que el Rubius sea más famoso que Alsina.
Pero vienen superpreparadas. Y no es por nada, pero en la UFV más preparadas que en ningún sitio. La universidad tiene una serie de medios y una serie de herramientas a su disposición a las que pueden acceder de una manera fácil si los alumnos lo trabajan y ponen de su parte. Pueden trabajar con el mismo rigor, con las mismas responsabilidades y con los mismos medios que van a encontrarse en un medio de comunicación cuando salgan a la calle, y eso a los alumnos les hace aprender mucho, aparte de las clases. Yo creo que es el mayor logro de la universidad.

P: ¿Algún consejo para los alumnos que quieran dedicarse al periodismo musical radiofónico?
R: Que escuchen muchísima música, que escuchen muchísimos discos, que vayan a muchísimos conciertos. Que si no tienen la posibilidad de hacer un programa de radio musical, que hagan un podcast musical y que lo alojen en la página web. Esto son horas de vuelo.
Dejemos de pensar que nos gusta el periodismo y nos gusta la música y este tipo de cosas por el glamour que tiene. Porque eso realmente es un recorrido que acaba siempre, más tarde o más temprano, en vía muerta. Entonces, tienes que pensar que lo importante es el trabajo, la dedicación, el sentido de la responsabilidad y por supuesto disfrutar.