Hace unas semanas el director de comunicación del ministerio de Defensa, y antiguo alumno de la
Universidad Francisco de Vitoria,
Diego Mazón, analizaba en la primera parte de esta entrevista -"
La guerra contra el Daesh es una guerra del bien contra el mal"- algunos de los acontecimientos históricos más relevantes que estamos viviendo.
En esta segunda entrega el dircom comparte cuáles han sido, y por qué, los momentos más difíciles al frente de la comunicación del ministerio.
Pese a ser las fuerzas armadas uno de los cuerpos más valorados en el CIS, paradójicamente hay cierta mentalidad antimilitar en la sociedad. ¿Se hace algo para cambiar esta opinión?
Cuando llegué a este Ministerio hice este mismo análisis. Afortunadamente el sentimiento antimilitarista es cada vez menor. ¿De dónde viene esta dicotomía que no tiene ningún sentido? Porque no hay ningún tipo de conexión o cercanía entre los militares y los ciudadanos. Todo el mundo va de uniforme en la calle, menos los que tienen que llevarlo. ¿Por qué? Porque hubo unos años en los que ETA se dedicó a matar militares y se les recomendó que no salieran a la calle de uniforme.
¿Y qué se ha hecho para crear esa proximidad?
Primero, hacer que la prensa se acerque más, que vayan a las misiones y vean cómo se trabaja en el exterior y también aquí en España. Se les han abierto a los periodistas las puertas. También hemos empezado a trabajar en la parte de ficción y entretenimiento. Por ejemplo, hemos invitado a varias radios a hacer sus programas en los países en los que estamos de misión. En todas las ediciones de MasterChef una de las pruebas es con el ejército. También llegamos a hacer el concurso “Lo sabe, no lo sabe” en un cuartel, hemos colaborado con “Hermano mayor”, con programas de aventuras, hemos hecho la serie “Los nuestros” con Telecinco… A partir de ahí se ha empezado a generar cierto interés militar y nos han comenzado a llamar para colaborar. Por ejemplo, la Liga profesional de Fútbol, para un clásico Madrid Vs Barça, ha querido hacer conexiones con misiones en el exterior. También hicimos un programa tipo “Madrileños por el mundo” pero solo con militares. Todas estas iniciativas generan cercanía. Evidentemente no puedo pretender en una legislatura darle la vuelta a la tortilla, pero sí, por lo menos, establecer las vías por las que hay que ir trabajando.
Si pudiera volver atrás, ¿gestionaría de otra forma la comunicación de crisis del escándalo del caso de acoso sexual a la capitana del Ejército de Tierra, Zaida Cantera?
Yo creo que no gestioné bien en ese momento la comunicación y creo que fue una de las situaciones más injustas que se han vivido en esta legislatura. El caso de Zaida ocurre en 2008 y 2009. Ella denuncia en 2010 y el teniente coronel que la acosa es procesado en marzo de 2011 y ascendido en julio de 2011. El ministro Morenés no era ministro. Lo único que ocurre durante su legislatura es la condena de este señor y la creación de dos leyes en las que se incluye el acoso sexual y la puesta en marcha de un protocolo que incluye el acoso sexual.
El escándalo surge a raíz de la cobertura del programa Salvados de Jordi Évole. ¿Por qué el ministerio no los recibió para exponer su punto de vista?
Este es de los casos más paradigmáticos de una maquinaria comunicativa previamente preparada. Yo estuve personalmente aquí reunido con los redactores de Salvados durante una hora y media, respondiendo a todas las preguntas que tenían y mostrando todo tipo de documentos. Sin embargo, el programa dijo que el ministerio de Defensa no había querido hablar con ellos. Me pareció tremendamente injusto. Es verdad que la actuación del ministro en el congreso no fue especialmente buena, pero el ministro Morenés en este caso no ha tenido nada que ver. Fue una situación muy desagradable e injusta con el ministro, pero también con el Ejército, porque los casos de acoso sexual en las fuerzas armadas son mucho menores que en cualquier otro sector de la población. La Justicia militar funciona, a ese señor le condenaron a dos años y 10 meses de cárcel. No es que ella consiguiera eso.
"Estuve personalmente reunido con los redactores de Salvados... Sin embargo, el programa dijo que el ministerio no había querido hablar con ellos sobre el caso de Zaida Cantera", aclara Diego Mazón.
¿Ve alguna contradicción e incoherencia en las cosas que el ex Jefe del Estado Mayor, Julio Rodríguez, hizo como Jemad y las que ahora defiende en Podemos?
Yo no termino de entender que una persona que ha jurado lo que ha jurado, que ha ejercido lo que ha ejercido y vivido lo que supone ejercerlo, termine en un partido que en gran parte de sus planteamientos es anti sistema, que va en contra del ordenamiento jurídico que él ha jurado defender y que propone determinado planteamientos sobre la unidad de España. Francamente no termino de entenderlo, pero él sabrá lo que hace.
¿Cómo vivió a nivel personal y profesional el hundimiento del helicóptero con tres militares, en las costas del Sáhara Occidental?
Yo he vivido muchas muertes en el ministerio, lo cual es muy duro; pero este episodio ha sido el más duro porque duró 10 días y el ministro y yo vivimos en primera persona las horas de espera, la incertidumbre, veíamos a las familias dos veces al día, convivimos con los compañeros de los militares desaparecidos… Todo eso te genera una empatía de la que no te puedes abstraer seas o no el director de comunicación. En el momento que el juez llama al ministro y le confirma que están dentro… ¡Joe, yo lloré y hacía muchos años que no lloraba!
¿Considera que la cobertura informativa fue la adecuada?
Excepto un par de hechos puntuales creo que se ha tratado muy bien. Esos días, sobre todo los primeros, respondía al orden de 150 llamadas porque quería atender a todos. También tenía un chat con los periodistas que cubren Defensa a los que les iba pasando el parte de lo que había. Pero claro, cuando tres fuentes oficiales te dicen que están vivos y yendo hacia el puerto, como fue el caso del Gobierno de Marruecos, la Gendarmería, el fax de la Guardia Civil en el que nos decían que la Gendarmería les había dicho que están bien y en buen estado… ¿Cómo no vas a decir que están bien? Ya hemos aprendido la lección, la próxima vez hasta que no les toquemos con las manos… Pero bueno, en general creo que el tratamiento ha sido respetuoso y responsable. Ahora bien, en el caso de los tertulianos fue totalmente distinto, escuché muchísimas estupideces. De todos los tertulianos que hay en España, ¿sabéis cuántos me llamaron esos primeros días para preguntar cosas, para contrastar datos? ¡Uno! La tertulia hoy en día, en el 90% de los casos es espectáculo.
¿Y qué explicación dio la Gendarmería para dar esta información falsa?
No puedo contestar.
Si finalmente tenemos que ir a la guerra contra el Daesh...
Ya estamos en la guerra contra el Daesh. Te referirás a la guerra paralela de Francia contra el Daesh.
Si finalmente vamos a esa guerra paralela de Francia, ¿cómo se explicará esta decisión a los españoles, cuando ya comienzan a surgir voces que proclaman el “no a la guerra”?
Curiosamente, según defienden algunos periódicos, estamos más concienciados con que hay que bombardear Siria tras los atentados de París, que tras el 11-M, lo cual da para un análisis sociológico. La intervención sería perfectamente entendida, como creo que se entendió perfectamente por el 92% del Congreso de los Diputados que se interviniera en la coalición anti Daesh con 300 legionarios. En cuanto a la estrategia de comunicación, normalmente el que lidera la coalición es el que marca la estrategia en conjunto. Y luego está el nivel de comunicación nacional en el que está la comunicación militar: qué hacemos, cómo lo hacemos y para qué sirve; y la política: por qué estamos metidos en esto.
Si tuviera oportunidad, ¿repetiría al frente de la dirección de comunicación del ministerio?
Sí. He viajado mucho, he estado en reuniones en las que nunca hubiese conseguido estar y que me han parecido apasionantes. He estado sentado con reyes y presidentes de Gobierno que te cuentan su visión del mundo, es increíble. A parte de los disgustos y de que me estoy empezando a quedar calvo (risa), he disfrutado mucho. Se aprende mucho de los militares, son gente que merece la pena y que enseña mucho a los civiles.
Si finalmente el PP no pudiera formar Gobierno y usted tuviera que dejar el ministerio, ¿volvería al diario La Razón?
Yo soy cargo de confianza del ministro así que si se va me iré detrás, salvo que el siguiente Gobierno me requiera. Al final, sobre todo cuando trabajas en un ministerio que no es muy político, esto hay que entenderlo como un servicio a España. Una de las primeras cosas que hicimos los civiles que trabajamos aquí fue jurar bandera. En cualquier caso, estoy de excedencia en La Razón, podría volver ahí o lo que surja.
En el siguiente vídeo, el dircom recuerda lo que más valora de su paso por la Universidad Francisco de Vitoria, repasa su trayectoria profesional y destaca algunas de las inicaitivas que está llevando a cabo al frente de la comunicación del ministerio de Defensa.