Lo que el periodismo europeo debe aprender del americano
Marketing directo | 07 OCT 2014
Marc Walder, CEO del emporio mediático suizo
Ringier, no oculta su sentimiento de alarma. Si no coge inmediatamente carrerilla, la vieja Europa perderá para siempre el tren de la revolución mediática. Y sin ese tren el periodismo europeo está abocado irremediablemente a la extinción.
Sabedor del lúgubre destino que le espera a su propia empresa a la vuelta de la esquina, Walder ha hecho las maletas y ha volado hasta Nueva York para intentar cambiar ese destino. ¿Cómo? Empapándose de la
sabiduría periodística digital que impera al otro lado del charco. “Desde el punto de vista de la digitalización, nuestros productos periodísticos van al menos dos años por detrás de los americanos”, asegura Walder en declaraciones a Frankfurter Allgemeine Zeitung.
Durante su estancia en la Gran Manzana Walder ha observado minuciosamente el periodismo que se hace en Estados Unidos y se ha traído en la maleta cinco lecciones que el periodismo europeo debe hacer inmediatamente suyas si no quiere morir arrollado por el tren de la revolución mediática que corre ya a velocidades estratosféricas al otro lado del charco:
-
Todo apunta a que el acceso del lector a los productos periodísticos digitales será en el futuro exclusivamente móvil.
-
Los social media deben tener un papel mucho más protagonista del que tienen en la actualidad a la hora difundir contenidos de carácter periodístico.
-
El futuro del periodismo pasará en buena parte por el contenido en formato vídeo.
-
La publicidad debe ser mucho más creativa de lo que es en la actualidad. La denominada publicidad display está muerta. Las cifras de acceso a los banners así lo atestiguan y, sin embargo, sus precios siguen estando en ocasiones por las nubes. Certificada la muerte de los banners, llega el momento de dar el relevo a los posts patrocinados o publicidad nativa.
-
Los medios deben invertir mucho más tecnología de lo que lo hacen hoy por hoy. El éxito del periodismo digital se basa en buena medida en la tecnología, por mucho que por estos lares la industria mediática se muestre terriblemente “cicatera” a la hora de invertir en nuevas tecnologías.