Los alemanes rechazan el plan secreto de la ultraderecha

Diego Machuca | C_dPaz | 31 ENE 2024

Alemania ha estado sumergida en un periodo de tensión política desde que Correctiv publicó un artículo en el que desveló los planes de la ultraderecha del país. En la reunión en la que la publicación se infiltró se discutieron planes para la deportación masiva de los inmigrantes y de los nacionalizados alemanes y para erosionar las instituciones democráticas del país. Además, personajes influyentes del segundo partido político con más apoyo a nivel nacional, Alternativa para Alemania (AfD), estuvieron presentes en las discusiones. Según apunta Reuters, el pasado 20 de enero más de 300 mil personas se manifestaron, a lo largo de todo el territorio alemán, en contra de las propuestas extremistas que se plantearon.

En los últimos años ya se han producido muchas muestras de rechazo a los extremismos ideológicos, sobre todo contra la ultra derecha. Pero estas manifestaciones son todavía más significativas, por la cantidad de gente que ha acudido a ellas. Las concentraciones parten desde la premisa histórica: “nunca otra vez”. Un sector mayoritario de la población alemana está atemorizada frente a la posibilidad de que la ultraderecha y las doctrinas nazis y el nacionalismo étnico vuelvan a gobernar el país. Esta corriente de disgusto se ha magnificado especialmente por la reunión secreta revelada por la prensa alemana.

La reunión secreta de la AfD

Correctiv pudo conocer esta reunión secreta a través de fuentes cercanas a la redacción. De hecho, tuvieron acceso a dos modelos de las cartas de invitación donde indicaban que debían hacer una donación mínima de 5.000 euros y compromiso con la causa: “Necesitamos patriotas que estén dispuestos a actuar y personas que apoyen financieramente sus actividades”.

Un exdentista, Gernot Mörig, y un reconocido inversor de cáterin, Christian Limmer, fueron los encargados de enviar las invitaciones. El escenario era el antiguo Landhaus Adlon Hotel en Postdam, donde a altas horas de la noche empezaron a llegar los primeros invitados. Uno de los principales portavoces del Movimiento Identitario de Alemania, Martin Sellner, presentó un “plan maestro” de “re migración”.

La idea consiste en deportar progresivamente a todas aquellas personas que no sean “alemanes puros”. Esto incluiría tanto a inmigrantes y refugiados, como a nacionalizados alemanes que no hayan nacido en territorio germano. “Eso definirá si nosotros en Occidente sobreviviremos o no”, pronunció Mörig. Esa es la clave que une al grupo secreto autodenominado como “Foro de Dusseldorf”. Su objetivo común es la extradición de civiles basado en criterios racistas. Todos los deportados serían enviados a un “estado modélico” en el Norte de África. A lo largo de la cumbre también propusieron apoyarse en influencers para poder asentar la narrativa de que un cambio de esta magnitud era necesario en la sociedad germana. A su vez, un experto en ley constitucional alemana hizo un esbozo de medidas legales que se podrían tomar para poner en duda los procesos democráticos de la nación.

“Eso definirá si nosotros en Occidente sobreviviremos o no”, Gernot Mörig

En la reunión estaban presentes distintos perfiles. Por un lado, ciudadanos con actividades relacionados con la ultraderecha, como la familia Mörig. Pero también asistieron neonazis confesos, como Martin Sellner y el exconvicto por violencia Mario Müller, y miembros de organizaciones políticas, como la Asociación de Valores y la Asociación de Idiomas Germana. Sin embargo, las presencias más destacadas fueron las de miembros de la AfD. Asistieron el exparlamentario del Bundestag alemán, Roland Hartwig, el líder del partido en el distrito de Postdam, Tim Krause, y el líder parlamentario de Saxony-Anholt, Tim Krause.

“El AfD es un partido político legal y, por lo tanto, promete su lealtad inequívoca a la nación alemana, que incluye a todos aquellos que tienen ciudadanía alemana”, afirma el partido en su página web. No obstante, a lo largo de toda la reunión no objetaron ninguna de las medidas raciales que proponían los ponentes. En el pasado Alternativa para Alemania ya había tenido lazos con neonazis y demás movimientos de la ultraderecha, pero esto no se había trasladado a una escala nacional. Porque como bien indica el profesor alemán de política internacional de la Universidad Francisco de Vitoria, Adriaan Kühn, no todos en la AfD son extremistas de derechas, pero “son cada vez más”.

Alemania rechaza el extremismo

La AfD ya ha perdido dos puntos porcentuales en las encuestas a nivel nacional, tras las protestas de estos días. Mientras que en el distrito de Saale-Orla en Turingia han perdido sorpresivamente las elecciones el pasado 28 de enero. Ahora el partido debe afrontar las elecciones regionales que tendrán lugar en septiembre en los estados de Brandeburgo, Turingia y Sajonia. Hasta ahora las encuestas los señalaban como favoritos para llevarse la victoria en dos de las tres regiones.

La nación germánica es el país de la Unión Europea que más extranjeros acoge, 13.7 millones de personas (se incluyen civiles con nacionalidad europea), según indica la Comisión Europea. Además, este es un fenómeno que se ha acrecentado con el tiempo. US News apunta que Alemania es el segundo país del mundo que recibe más inmigrantes al año. Según los datos de 2022 de la Oficina Federal Alemana de Migración y Refugiados, más de 2.2 millones de refugiados residen en Alemania, un máximo histórico. Por eso han surgido medidas como el fortalecimiento de los controles en las fronteras con República Checa y Polonia. Así como, la aprobación de medidas que facilitan las deportaciones.

A raíz de las fuertes muestras de rechazo a la ultraderecha, se ha hablado bastante de la posibilidad de prohibir a AfD como partido político, por poner en riesgo el orden democrático de Alemania. La constitución alemana, en su artículo 21, establece que se pueden prohibir partidos políticos que “busquen socavar o abolir el orden básico democrático y libre”. Además, hace especial referencia a casos en los que la democracia pueda ser corroída desde adentro. No obstante, la Corte Constitucional de Alemania solo ha aplicado esta medida en dos ocasiones, en 1952 y 1956.

El Partido Nacional Demócrata alemán (NPD) en 2017 tenía una clara prominencia nazi dentro del partido. Como apunta Kühn, el Tribunal Constitucional no lo sancionó ni lo ilegalizó, porque consideró que: “sí era un partido que atentaba contra el orden constitucional alemán, pero que no disponía de los medios suficientes para hacerlo”.

“Se renunció a competir ideológicamente y esto claramente ha beneficiado a la AFD”, Adriaan Kühn

“Estos debates falsos son harina para el molino de AfD”, dijo Friedrich Merz, líder de la Unión Demócrata Cristiana de centroderecha. Ilegalizar o sancionar al segundo partido con más apoyo popular en Alemania generaría dudas sobre la democracia del país. Esto ha sido precisamente, según indica el profesor de la UFV, uno de los motivos por los que la AfD ya ha generado atracción en el pasado: “Se renunció a competir ideológicamente y esto claramente ha beneficiado a la AFD. Es el gran fracaso de los partidos establecidos, porque en los últimos 11 años no han sido capaces de integrar voces discordantes sobre la política que querían conseguir en sus propios partidos”. De esta forma, Alemania se enfrenta ante un reto de memoria histórica para hacerle frente a los peligros de su pasado.