"Los directores españoles están bien considerados en terror y fantasía"

Andrés de la Torre, profesor de Postproducción de Sonido en Los Angeles Film School, estudió Comunicación Audiovisual en la UFV y, tras un periodo de prácticas en Mediapro, fue contratado como editor de El Intermedio, en La Sexta. Pasó cuatro temporadas en el programa, pero su verdadero sueño era continuar estudiando en Estados Unidos y especializarse en cine. Intentó hacerse con alguna beca, sin éxito. Lo que sí consiguió fue una plaza en la Universidad Chapman en California, y, sin pensarlo dos veces, pidió un préstamo en el banco y se lanzó a una aventura al otro lado del océano. Actualmente, vive en el epicentro de la industria cinematográfica, donde se siente, según él mismo explica, "como pez en el agua".

¿Cómo ha dado el salto de editor y productor en Mediapro, a ser profesor en Los Angeles Film School (EE.UU.)?  
Conseguí unas prácticas en Mediapro cuando aún cursaba la carrera de Comunicación Audiovisual en la Universidad Francisco de Vitoria, y cuando me gradué, en 2007, Mediapro me contrató como editor a tiempo completo. Mi objetivo era continuar estudiando en Estados Unidos y especializarme en cine y producción cinematográfica y, en 2010, la Universidad Chapman en California me ofreció una plaza para entrar en su programa de postgrado de Film Production. Tres años más tarde, terminé el máster. Mi trabajo en Los Angeles Film School comenzó pocas semanas después. Ahí es donde actualmente enseño Postproducción de Sonido.

¿Compagina su faceta de docente con alguna actividad más?
Sí. El trabajo de profesor es solo la mitad de mi semana. La otra mitad la paso trabajando en películas o series de televisión. Cada mes es diferente en ese aspecto, pero la escuela es lo que me da estabilidad.

¿Cómo fue su desembarco en la meca del cine?
Llegué a Los Ángeles literalmente con lo puesto. Dos maletas y una buena deuda en el banco. Al principio parecen unas vacaciones. Luego cuando pasa el tiempo te das cuenta de lo que has hecho realmente y da vértigo. Pero sigues adelante y esperas que todo salga bien. La meca del cine es un sitio lleno de posibilidades pero también lleno de personas con al menos el mismo talento que tú y dispuestos a trabajar muchísimo.

¿Qué es lo más gratificante de su trabajo como profesor en Los Angeles Film School?
No ocurre a menudo, pero cuando un estudiante te dice que tu clase, o un comentario o una charla en particular le ha inspirado para hacer algo artístico, ese día llegas contento a casa.

¿Cómo definiría los planes de estudio en la capital de la industria cinematográfica?
Son planes de estudio que tienen un componente práctico importantísimo, todos ellos incluyen rodajes los fines de semana. A hacer cine solo se aprende haciendo cine. Eso y viendo muchas películas. Hasta que no cometes un error por primera vez no aprendes la lección.

¿Qué diferencias significativas encuentra entre la educación cinematográfica que se imparte en Estados Unidos y la de España?
El cine se estudia en las grandes universidades en Estados Unidos. Es una carrera que se imparte en facultades que están junto a la de Económicas o Derecho. Es una carrera con mayúsculas que no se mezcla con televisión, Periodismo y Publicidad para que el estudiante tenga más salidas profesionales.

¿Por qué se ha consolidado el cine norteamericano como el referente mundial en este sector?
Simple y llanamente porque hace dinero y es una inversión segura. El modelo financiero de Hollywood no ha cambiado casi desde sus inicios: los inversionistas en Nueva York les prestan su dinero a los artistas de Los Ángeles. Por eso, todos los estudios que existen hoy día siguen siendo los mismos desde los años 50. Hay continuidad, y eso da seguridad.

¿Qué opinión le merece el panorama cinematográfico español?
Me parece desalentador. Conozco gente con mucho talento que en Los Ángeles no pararía de trabajar y en España no encuentra casi nada. Creo que si se estimulase la industria del entretenimiento proporcionando un marco legal para una gestión más autónoma, la industria cinematográfica se regularía de una manera más eficaz y daría mayores frutos, tanto económicos como creativos. Creo que la dependencia de ayudas, subvenciones y conexiones con cadenas de televisión no hace más que perjudicar la voluntad de una industria que debe, por principios, estar desvinculada de cualquier poder que no sea creativo.

¿Destacaría alguna aportación del cine español al mundo cinematográfico?
Los directores españoles están muy bien considerados en el género del terror y la fantasía. El Laberinto del Fauno es la película favorita de muchos amigos míos norteamericanos. Almodóvar es, por otra parte, nuestro mayor activo cinematográfico en este lado del charco. Yo, personalmente, he tenido que salir de España para darme cuenta de lo bueno que es.

¿Qué se debe aprender del cine estadounidense?
Todo. Y luego desaprenderlo e intentar cosas nuevas. Si alguien quiere hacer su primera película, que estudie cómo lo hacen los americanos primero e intente copiarlo. Cuando lo haya perfeccionado, que intente hacerlo de otra manera.

¿Cree que existen más posibilidades de éxito en Estados Unidos para la gente que ha estudiado Comunicación Audiovisual y Cine?
En Los Ángeles sí, sin ninguna duda. Se respira cine en todos los rincones. Todo el mundo es actor o guionista. En todas las fiestas se habla de la última película de tal o cual persona. Se proyectan películas nuevas y antiguas en cines donde asisten los directores o autores para hablar de ellas. Si tu pasión es el cine, es tu ciudad.

¿Qué consejos daría a alguien que quiere comenzar en la industria del cine?
Humildad, mucho trabajo y una sonrisa en todo momento. Muchos de mis estudiantes creen que son lo mejor que le ha pasado al cine desde Hitchcock. Sea eso cierto o no, su talento no les va a servir de mucho si no trabajan más que el compañero que tienen sentado al lado. Una de las cosas que les digo a mis estudiantes es: mirad a la persona que tenéis a vuestro lado, porque será posiblemente tu compañero de aventuras durante muchos años.

Si tuviera que elegir una lección imprescindible para estudiantes de Comunicación, ¿cuál sería?
Networking. Acordarse del nombre de las personas, sonreír a todo el mundo, hacer favores desinteresados, quedar para tomar un café de vez en cuando y estar continuamente en contacto con todo el mundo son parte de nuestro trabajo.