Más de 100 mil armenios abandonan sus hogares por el conflicto de Nagorno Karabaj

Una madre con sus hijos abandonando Nagorno Karabaj | AP/Vasily Krestyaninov

La historia del conflicto
La disputa por este territorio se remonta al año 1918, tras el fin del Imperio Ruso, cuando los azerbaiyanos musulmanes y los armenios cristianos se enfrentaron por el control de la región. En 1923, la Unión Soviética (U.R.S.S.) designó la zona de Nagorno Karabaj como una región administrativa de Azerbaiyán, pese a que en ese momento el 94% de la población era de etnia armenia, según datos del Congreso de Estados Unidos.

En 1991, tras la disolución de la U.R.S.S., estalló una guerra por el control de la región en la que ambas naciones realizaron una limpieza étnica. Aquel enfrentamiento bélico concluyó en el año 1994 con el Protocolo de Bishkek, un alto al fuego que mediado por Rusia. En el tratado acordaron que el territorio seguiría formando parte de Azerbaiyán, pero que sería gobernado por una república autoproclamada dirigida por armenios étnicos y respaldada por el propio Gobierno de Armenia. Tras años de gobierno a manos de armenios, en 2020 Azerbaiyán realizó una ofensiva militar en la que recuperó el control de todas las zonas adyacentes a Nagorno Karabaj.

La desaparición del Estado fantasma
En septiembre de 2023, el Gobierno azerí de Aliyev lanzó una nueva ofensiva que le permitió hacerse con el control total de la región. Tras más de 24 horas de enfrentamientos, las fuerzas separatistas armenias se vieron ante la necesidad de acordar un alto al fuego por la falta de apoyos y recursos militares. El primer ministro armenio, Nikol Pashinián, acusó a Rusia, su aliado histórico, de “abandonar espontáneamente la región”. Además, lamentó que no se haya podido evitar la limpieza étnica  ya que, según él indica, 1.016 armenios han desparecido después de la operación azerbaiyana de Nagorno Karabaj.

La desaparición de la autoproclamada República de Nagorno Karabaj va a producirse a finales de este año. De esta forma, se pondrá fin a casi 30 años de la existencia de Nagorno como Estado fantasma, con todas las dificultades que eso ha conllevado. “Al no ser reconocidos internacionalmente, han tenido una limitación muy grande para poder establecer relaciones con los demás estados”, indica Sonia Hernández.

El presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, se desplazó a la zona de Nagorno Karabaj, el pasado 15 de octubre, por primera vez desde el comienzo de su mandato en 2003. El máximo mandatario azerbaiyano izó su bandera en la localidad de Khankendi y pronunció un discurso en el que terminó por sellar la anexión absoluta de este enclave como parte de su nación.

La consecuencia inmediata de esta situación es el exilio masivo de armenios. Muchos de ellos buscan asilo en Armenia, pero el país ha declarado no contar con los recursos suficientes para acoger a tantos exiliados. Así, la Comisión Europea ya ha movilizado una ayuda humanitaria de 5,2 millones de euros. Mientras que, en el pleno del Parlamento Europeo del pasado 17 de octubre, Pashinián expresó su deseo de firmar un acuerdo de paz con Azerbaiyán, en el que se respetase la soberanía y la integridad territorial de los dos Estados.