"No concibo que haya medios que difundan contenidos que ofenden"

Isaac Á. Calvo, periodista experto en Relaciones Internacionales, reflexiona sobre los límites a la libertad de expresión y el tratamiento informativo de los atentados terroristas de París por parte de los medios de comunicación españoles. Además, el Alumni UFV ha sido nombrado recientemente nuevo director del periódico digital Mirada 21, donde espera animar a los estudiantes a que “aprovechen al máximo para formarse como profesionales y como personas”. 

¿Cómo valora el tratamiento informativo de los atentados de París por parte de los medios de comunicación en España?

La narración del hecho en sí no me ha parecido incorrecta, en líneas generales. Sin embargo, creo que ha faltado una mayor explicación del contexto y de las causas y consecuencias. En casos como estos es imprescindible contar con diferentes especialistas y no tanto con tertulianos, que pueden mezclar información y opinión. 

Además, creo que se ha cometido un error al difundir vídeos que no aportan información adicional, que pueden herir la sensibilidad del espectador, y que contribuyen a la propaganda terrorista. Una persona a la que ya se ha informado de que han rematado a un policía después de ser herido no necesita observar explícitamente esa ejecución, no le aporta nada.

También, es necesario que los medios sean cautelosos a la hora de dar credibilidad a lo que aparece en las redes sociales. Twitter y Facebook se han convertido en rápidas fuentes de información, pero, generalmente, de poca calidad, por lo que el periodista debe contrastar los datos y no dejarse llevar por la premura de publicar.

Al hilo de las viñetas publicadas por Charlie Hebdo, y otras publicaciones satíricas, ¿cree que la libertad de expresión es incuestionable y que puede estar por encima de todo?
De ninguna manera, la libertad de expresión no puede estar por encima de todo. Es necesario ser responsables con lo que se dice y cómo se dice y, además, hay que respetar al prójimo. Lamentablemente, hay demasiada tendencia al individualismo, a que cada uno haga lo que quiera, sin pensar en los demás. No concibo que haya medios que difundan contenidos que saben que ofenden a otros. 

¿Por qué cree que los asesinatos de los profesionales del Charlie Hebdo han causado una mayor conmoción social que las decapitaciones y muertes de periodistas ocurridas en otras partes del mundo, no solo a manos de yihadistas?

Porque los terroristas han golpeado una ciudad europea emblemática, lo han hecho de una manera perfectamente planificada y con armas sofisticadas, han conseguido ser el centro de atención durante más de 48 horas y la población ha visto que un enemigo al que creían lejano está al lado. Los criminales han logrado su objetivo con creces, porque han generado miedo y una sensación de inseguridad que va a durar meses. 

¿Qué consecuencias políticas y sociales previsiblemente tendrán estos atentados?
Políticamente, los gobiernos deberían darse cuenta de que es muy importante aunar esfuerzos y compartir información para hacer frente al terrorismo islamista. Ahora se está hablando mucho de ello porque los atentados en París están recientes, pero se corre el riesgo de ir abandonando la colaboración a medida que pasa el tiempo. La constancia es fundamental en la lucha antiterrorista.

Socialmente, la población occidental ha demostrado madurez al no relacionar Islam con terrorismo islamista. No todos los musulmanes son criminales. Además, las personas tendrán que ir acostumbrándose a las nuevas medidas de seguridad que se vayan implantando para prevenir atentados. 

¿Qué nos puede adelantar del proyecto de Ley Yihadista en España?
España lleva décadas sufriendo el terrorismo y sus consecuencias, por lo que tiene experiencia en desarrollar medidas y elaborar leyes para combatirlo. El terrorismo islamista es un gran desafío y cuanto antes se adopten mecanismos judiciales, mejor. Además, creo que es una buena noticia que el PP y el PSOE abandonen sus intereses partidistas y se pongan de acuerdo en asuntos tan importantes para el Estado.

¿Debería ceder la sociedad y dejar que las autoridades tengan mayor acceso a sus datos personales en aras de una mayor Seguridad?
Creo que las personas con buenas intenciones no deberían poner objeciones a que se regulen sus datos si con ello se gana en seguridad. Yo, por ejemplo, no tengo inconveniente en que las cámaras de vigilancia me graben cuando voy en el metro, o que las autoridades estadounidenses indaguen sobre mí antes de que mi vuelo llegue a Estados Unidos. En un mundo tan tecnológico e interconectado es muy fácil que terceros accedan a todo tipo de datos personales, aun sin consentimiento, por lo que cuanto más garantías haya, mejor.