"No hay nada que me haga estar más contenta que un rodaje"

Laura Martín es una enamorada de las artes, el cine y el teatro. Su paso por la UFV le ha llevado a potenciar al máximo sus habilidades y conseguir que su primera obra, Match Love, lleve más de un año siendo un éxito en la sala Off Latina. Laura es creativa, alegre y optimista, unos dones que transmite en tan solo unos minutos.

Como guionista, Laura se enfrenta cientos de veces a la página en blanco, una situación que lleva al límite tanto a dramaturgos, escritores y periodistas. Una vez que los personajes ya están creados, Laura explica que lo que hay que hacer es "llevarte bien con tus personajes porque al final vas a compartir mucho tiempo con ellos y no puedes odiarlos".

¿Qué es Match Love? ¿Cómo es la vida de una dramaturga? ¿Cómo ha influenciado el teatro en su vida? Laura afirma que antes del cine "siempre ha estado el teatro". "El paso por esta forma de representación artística, que es mucho más familiar que el cine, te ayuda a la hora de trabajar y crear vínculos", concluye la guionista.

P: Con 24 años has conseguido que Match Love, tu primera obra teatral, lleve un año en la sala Off Latina en Madrid. ¿Esperabas que tu debut fuera a tener este éxito?

R: Sinceramente no esperaba para nada que fuera a tener éxito porque era la primera vez que escribía teatro, me sentía un poco impostora. Aunque me encantaba el teatro y había escrito para mí, no asumía que algo como la comedia, que no era lo que yo acostumbraba a ver, fuese a funcionar en salas.

P: ¿Cómo alguien que estudia Periodismo y Comunicación Audiovisual acaba dedicándose al teatro?

R: Creo que todo fue gracias a la asignatura de guion que cursé en la Universidad Francisco de Vitoria y a mi profesor Pedro Gómez, que fue el que me puso mi primera matrícula de honor. Fue la razón por la que me di cuenta de que no solo podía hablar de cine, que era por lo que quería estudiar periodismo, sino que también podía hacer cine.

P: ¿Cuánto tiempo te ha llevado escribir esta obra? 

R: Escribir la obra me costó un año. Fue un tiempo de muchas reuniones con la directora, con los actores, con mucha investigación sobre Aragón. Uno de los personajes es de esta región y todo gira en torno al tópico de una persona aragonesa de pura cepa, como decimos en la obra. Por otro lado, han sido muchas horas delante del ordenador, buscando referencias para poder hacerlo natural y real.

Vocación para contar historias

P: ¿Cómo es la vida de una dramaturga?

R: El año pasado estudié el máster de guion y ya me pasé al cine, aunque sigo teniendo cosas de teatro y recibiendo algunos cursos de dramaturgia. La vida tanto de un dramaturgo como de un guionista es estar encerrado delante del ordenador y pelearse contra la página en blanco continuamente. Desde mi punto de vista, leer mucho, sobre todo guiones, e intentar si estás trabajando en un género, ya sea la comedia o el drama, buscar el opuesto para poder sacar de esos otros géneros algo bueno para tu obra.

P: ¿Cómo imaginas los personajes en tu cabeza y posteriormente de qué forma los representas en la obra?

R: Cuando creas un personaje, aunque no salga en el texto, tienes que conocerle, tienes que saber su historia, todo su contexto. Tienes que crear una vida y una personalidad para ese personaje, para que luego pueda funcionar y sea real. Creo que lo que tienes que hacer es llevarte bien con tus personajes, porque vas a compartir mucho tiempo con ellos y no puedes odiarlos.

P: El cine español es cuestionado tanto para bien como para mal, pero siempre está en boca de todos. ¿Qué crees que necesita para ser reconocido y que no sea tan polémico a nivel social?

R: Desde mi punto de vista, creo que el cine español está siendo criticado porque las grandes producciones son las que al final acaba viendo la gente. Estas producciones suelen ser remakes de películas francesas o italianas que han funcionado y que son adaptadas con tópicos de nuestro país. Sin embargo, creo que se está haciendo mucho de este cine por culpa de este prejuicio que tiene tanta gente. No se llega a ver y no alcanza a tanto público como el otro.

P: ¿Crees que la vocación artística va siempre ligada a una vocación comunicativa?

R: Yo creo que sí. La propia vocación que tienes hace que puedas trabajar de lo que te gusta, entonces esa vocación comunicativa hace que puedas hablar mejor de lo que te gusta. Por ejemplo, no voy a hablarte igual de matemáticas o incluso de política, que son temas que no me interesan, que de cine o de mi propia obra.

P: Aunque estés trabajando en teatro, tu vocación siempre ha sido el cine. ¿Consideras que tu paso por el teatro es parte del camino para dedicarte al cine?

R: Completamente. Creo que antes del cine siempre ha estado el teatro y de alguna manera el paso por el teatro, que es algo mucho más familiar que el cine, te ayuda a la hora de trabajar, a poder crear esos vínculos y entender también a los actores con los que igual estás un poco más separados. En el cine, si comprendes a todos los puestos dentro de un trabajo, llamémosle el de escribir el guion del cine, o incluso el periodismo o cualquier otro trabajo, conocer a qué se dedican tus compañeros, cómo funcionan y su manera de pensar, te ayuda también a la hora de poder trabajar mejor.

P: ¿Cómo ha influenciado el teatro en tu vida?

R: De pequeña me encantaba el cine, pero me gustaba mucho más el teatro porque me parecía que era como estar en un set de rodaje. A mí siempre me han dicho todo el mundo que soy una yonki de los rodajes desde que empecé a hacerlos, porque no hay nada que me haga estar más despierta y más contenta que un rodaje. Estar en un teatro aunque no formes parte de la obra, es cómo estar en un set y estar viendo algo en directo, aunque no esté en las cámaras. Tú misma lo estás viendo y tú eres la cámara.

Sobre Match Love

P: ¿Qué se va a encontrar el espectador en Match Love?

R: Creo que Match Love es un paréntesis para hacer lo propio del cine o el teatro, que es el entretenimiento. Además, durante una hora puedes disfrutar con los personajes, empatizar con ellos y encontrarte frente a la tesitura en la que todos nos hemos encontrado alguna vez a la hora de ligar. Creo que es un momento increíble para poder trabajar con este tipo de técnicas de cara a que cuando vino el confinamiento nadie se esperaba que se pudiese ligar por una red social. Y creo que Match Love de alguna manera hace esto, pero a través de la pantalla y delante de ti, porque tú eres la pantalla. Aparte, creo que funciona muy bien porque utiliza un poco lo que es el humor de First Dates y de realities de este estilo.

P: ¿Cómo representas el tema fundamental de tu obra que es que las tecnologías están distanciando de las cosas que verdaderamente importa?

R: Yo creo que eso se refleja en la obra con uno de los personajes, Pedro, que es tímido y no sabe cómo relacionarse, pero la pantalla le da a él fuerza para poder hacerlo. Sin embargo, cuando por fin, en un momento dado, encuentra a la chica, el estar detrás de una pantalla todo se lo complica aunque de una manera cómica.

P: ¿Crees que el humor es un medio más sano, más eficiente para desarrollar la crítica social?

R: Totalmente. Creo que películas como, por ejemplo, Los lunes al sol o películas de toda la vida que utilizan la comedia, aunque sea en un segundo lugar, funcionan muy bien para reivindicar ciertas cosas porque llegan más al público. Las películas de El buen patrón o La boda de Rosa, a través de la comedia, consiguen reivindicar temas sociales y que podamos empatizar mucho mejor que con un drama.

P: ¿Cómo percibes la actitud de la gente ante la cultura?

R: Yo creo que mucha gente no se dice a sí mismos que son incultos, simplemente les da pereza. No les interesan las grandes películas ni los grandes libros, quieren simplemente desconectar. Vivimos en una sociedad que está obsesionada con la productividad, entonces trabajan tanto que una vez que quieren desconectar, no son capaces de tragarse una película. La gente prefiere ir a ver una comedia al uso antes que ver cosas reales y serias.

P: ¿Crees que los medios de comunicación deberían dedicar más tiempo a acercar la cultura al público? ¿Y de qué manera llevarías el periodismo cultural a un primer plano?

R: Antiguamente eran los periodistas los que se acercaban a la noticia para poder trasladarlas. Sin embargo, yo ahora veo que hay una especie de interés por el sensacionalismo y lo que sabe todo el mundo de cultura no es lo buena que es una película, sino la última crítica de Boyero. Desde mi punto de vista, el periodismo debería volver a acercarse a disfrutar o a no disfrutar e invitar a la gente a poder verlo, te haya parecido buena o mala la película. Creo que el sensacionalismo que despelleja la película o la obra de teatro es lo que está haciendo daño.

P: ¿Qué te ha aportado la Universidad Francisco de Vitoria durante tu etapa como estudiante y cómo has aplicado esas enseñanzas en el mundo laboral?

R: La Universidad Francisco de Vitoria me ha aportado, sobre todo, oportunidades, con la primera beca que tuve con Mirada21 para poder desarrollar mi hambre periodística y luego los profesores, todo lo que me dieron para poder sacar adelante mis proyectos. Por otro lado, el tema de los materiales porque cuando sales ahí fuera te das cuenta de lo difícil que es alquilar una simple cámara. Y, sin embargo, en la UFV podías llegar a crear cine con muy poco. Me he dado cuenta de que la Francisco de Vitoria me ha ayudado a sobrevivir en un rodaje. Ahora saco adelante producciones con un mayor presupuesto gracias a lo que he aprendido trabajando con menos.

P: ¿Actualmente tienes algún proyecto en proceso?

R: Acabo de terminar mi primer largometraje y estoy en busca de ayudas. Acabo de hacerme socia de la Asociación de Mujeres Cineastas, entonces mi productora y yo estamos detrás del programa de ayudas para sacar adelante el largo.