3. Instalar un saco de plugins
Todos nos encontramos con “maravillosas” funcionalidades ofrecidas por plugins que parece que están diciendo “instálame, úsame, soy la repera”. Es bueno probar plugins que creas que realmente son útiles para tu web y en caso de convencerte, dejarlos instalados. No obstante, si cometes el error de tener muchos más plugins instalados de los que realmente necesitas, provocarás que
tu web pierda rendimiento y velocidad de carga. Esto sin duda, es muy perjudicial tanto para el porcentaje de usuarios que podrás perder por ese tiempo de carga tan elevado, como para tu posicionamiento en los buscadores (el tiempo de carga es muy tenido en cuenta para el SEO).
SI quieres saber qué plugins te están dando la lata y se están comiendo todos tus recursos, puedes descubrirlo con este otro plugin:
P3 (Plugin Performance Profiler). Su cometido es analizar el impacto de tus plugins en el tiempo de carga de tu web, indicando cuáles son los que más te perjudican. Obviamente, te aconsejo que actives este plugin para realizar el análisis correspondiente y luego lo desactives.
4. Usar imágenes demasiado pesadas
Es muy importante que las imágenes de tu web sean de calidad. No obstante, si recurres a imágenes demasiado pesadas ésto puede impactar
negativamente en la velocidad de carga. Lo bueno que tiene WordPress es que automáticamente redimensiona las imágenes que subas, aunque también es verdad que pueden quedar algo borrosas. Una opción es retocar las imágenes antes de subirlas y directamente darles el tamaño que ya de por sí le va a dar WordPress. Si accedes a “Ajustes/Medios” podrás ver los tamaños que utiliza WordPress e incluso cambiarlos.
Si todo esto te ha desmoralizado un poco, no te preocupes, una vez más existe un plugin que
soluciona estos problemas. Con el
plugin WP Smush.it tu WordPress se encargará de reducir el tamaño de tus imágenes y optimizarlas cada vez que las subas. Además, incluye una funcionalidad en “Media/Bulk Smush.it” que se encarga de analizar todas las imágenes que ya existan en tu web para posteriormente optimizarlas. Una vez más, te recomiendo que sólo lo actives cuando vayas a subir imágenes, ya que el resto del tiempo no te servirá de nada.
5. Tener enlaces rotos
Es posible que en la evolución de tu web haya ciertos
enlaces que ya no existan y dirijan al usuario al típìco error “404 not found”, algo que una vez más puede perjudicarte. En este caso (¿cómo no?) también existe un plugin que puede sacarte de este atolladero. Con
SEO Redirection Plugin puedes crear redireccionamientos 301 (permanente), 302 (temporal) o 307 (temporal desde HTTP/1.1) fácilmente hacia tu web. Además puede monitorizar tus enlaces para encontrar los errores 404 y redirigirlos.
6. Despistarte con las actualizaciones
Si no llevas un control de las actualizaciones, estás expuesto a ser atacado, ya que en muchas ocasiones una actualización supone solventar una vulnerabilidad ya sea en el propio WordPress, en los plugins o en las plantillas. Desde la versión 3.7 de WordPress, ya podemos actualizar automáticamente nuestra versión. No obstante, no ocurre lo mismo con los plugins y las plantillas.
Si quieres activar de manera automática los plugins en tu web, simplemente basta con añadir la siguiente línea de código a tu fichero wp-config.php: add_filter( ‘auto_update_plugin’, ‘__return_true’ );
En el caso de que quieras activar las actualizaciones automáticas de tu plantilla, también bastará con añadir la siguiente línea de código a tu fichero wp-config.php: add_filter( ‘auto_update_theme’, ‘__return_true’ );
7. Instalar WordPress en una subcarpeta llamada "wordpress"
A la hora de realizar la instalación manual de WordPress, nos encontramos con un fichero comprimido .zip que organiza todos los ficheros de la instalación en una carpeta llamada “wordpress”. Muchos principiantes cometen el error de
subir por ftp a su hosting esa carpeta en lugar de su contenido. Como resultado provocan que su web esté localizada en
www.dominio.com/wordpress en lugar de www.dominio.com.
Es verdad que WordPress te permite
instalarlo en un directorio diferente. Sin embargo, para mucha gente es más fácil instalarlo en la misma ubicación desde la que se va a acceder a él. Esta ubicación es normalmente la raiz de tu dominio o un subdirectorio como puede ser el caso de los blogs.
Si tienes dudas de cómo instalar WordPress, te recomiendo mi video-tutorial "
Cómo instalar WordPress manualmente en tu hosting".
8. Pasar de los enlaces permanentes
La estructura por defecto de WordPress para los enlaces permanentes es
/?p=<id_de_la_entrada>. Este formato muestra las URLs así
www.midominio.com/?p=20 en lugar de mostrar
www.midominio.com/mi-entrada. Muchos principiantes no cambian este formato que viene por defecto a un formato que utilice las llamadas URLs amigables (para cambiarlo, puedes acceder a “Ajustes/Enlaces permanentes”).
Yo normalemnte uso el nombre de la entrada (%postname%), lo que me permite incluir keywords en la URL (para hacer esto, simplemente debemos cambiar el
slug en el editor de contenidos de nuestra entrada. Otra opción bastante utilizada es indicar la categoría seguida del nombre de la entrada (%category%/%postname%/).
Si tienes dudas, te recomiendo que visualices el segundo capítulo de la serie de video-tutoriales en los que describo el
Panel de Administración de WordPress a fondo.