"Sentía que lo que estaba comunicando realmente era importante"

Susana Navalón, periodista y miembro de Corresponsales de Paz, estrena su primera novela "Un balón para soñar", donde recoge la realidad social de muchos de los niños que acuden a las escuelas sociodeportivas que la Fundación Real Madrid tiene en todo el mundo. La grabación del programa televisivo "Historias con Alma", producido por Susana para la cadena de televisión del club, la llevó a a recorrer 25 países en cuatro continentes. Conocer las historias de vida de estos niños le llevó a experimentar nuevas realidades que le hicieron replantearse su misión como persona y como periodista.

Las escuelas de la Fundación Real Madrid tienen por objetivo apoyar la educación y el desarrollo integral de los menores en situación de vulnerabilidad. Muchos de los niños que acuden a ellas, como señala Susana, pueden comer, asistir a la escuela y hacer deporte gracias a estos proyectos. Pero además, en muchos casos, como les ocurre a los niños de El Salvador que viven en barrios bajo el control de los Maras, asistir a las escuelas sociodeportivas les salva de unirse a grupos delictivos. Para la mayoría de estos niños, el único momento en el que pueden salir de sus casas y jugar en un entorno seguro es cuando van a entrenar, "si salen a jugar fuera de su casa les podría alcanzar una bala", añade Navalón. 

En lugares como Gaza o Cisjordania señala Susana que ocurre lo mismo, los niños no pueden jugar en la calle por la situación en la que vivien, "no hay sitios donde jugar". La periodista cuenta cómo estos proyectos les dan cierta libertad a los niños y que, a través del deporte, "se ve cómo en algunos sitios las cosas están cambiando". Por ejemplo, en lugares como la India, los niños y niñas juegan juntos al fútbol o al baloncesto.

Conocer historias como la de Suyata hizo que la periodista renovara su propósito y misión como comunicadora. Esta niña de Calcuta tenía una vida de adulta dedicada al trabajo, pero iba a los entrenamientos en contra de la voluntad de su tía que solo se lo permitía, porque así Suaya podía comer. "Por primera vez sentía que estaba comunicando algo que era realmente importante y que mucha gente desconocía". 

El libro cuenta con una doble trama en la que Susana también comparte las experiencias que vivió como periodista al viajar a estas escuelas sociodeportivas. Por ejemplo, en Marruecos les requisaron todo el equipo de grabación y no pudieron recoger ninguna imagen del exterior, "los periodistas no somos muy bien recibidos en Marruecos, no tenemos buena fama", señala.