La red de antiguos alumnos de la Facultad de Comunicación de la Universidad Francisco de Vitoria (UFV),
Corresponsales de Paz, organizó en le mes de mayo una ponencia para hablar de la
persecución que sufren los cristianos en muchos países del mundo. La responsable de Comunicación de
Ayuda a la Iglesia Necesitada,
Raquel Martín, fue la invitada y contó su testimonio, de primera mano, de cómo malviven los creyentes en lugares como
Líbano o el
Kurdistán iraquí.
"Imagínense a esta gente, que han entrado en sus casas y de la noche a la mañana les han dicho que se fueran. O se convertían o los mataban. Salieron como pudieron, pensando que iban a volver en dos o tres días. Los niños estaban en pijama y cogieron todos las biblias y los rosarios", comentó la comunicadora sobre la dramática noche del 6 de agosto del 2014, en la que miles de cristianos de Irak tuvieron que huir y refugiarse en el noreste del país. Un drama que no solo no encuentra el odio y el rencor, sino que los que lo sufren responden perdonando a sus verdugos.
Situación insostenible
Para Raquel Martín una fundación de la Santa Sede que ayuda a las iglesias locales perseguidas, la situación de los cristianos en estos lugares es insostenible. "Nos han enseñado fotos de caravanas de gente y de monjas que salieron andando hasta el Kurdistán, sin sandalias, y destrozadas. Familias que dejaban a sus hijos a las monjas para que avanzaran con ellos y si llegaban los terroristas se pudieran salvar. Conventos enteros que en seis meses perdieron a 15 monjas mayores por ataques al corazón", aseguró la periodista.
Sin embargo, aun padeciendo un sufrimiento casi insoportable, los cristianos de Irak prefieren mirar a un futuro asegurado por su fe. "Yo vi gente muy machacada pero con una fe espectacular. Recuerdo que el guía que nos llevaba por la frontera con Siria, un joven que tenía barba, un día comiendo empezó a enseñarme fotos de su familia y vi que en algunas no llevaba barba. Le pregunté si había cambiado de estilo, y su respuesta fue que en Cuaresma prefería no perder tiempo en afeitarse para tener más tiempo para rezar", relató Raquel Martín sobre la importancia de la fe en esta gente.
Fe y vida, unidas
AIN es la fundación más importante en la ayuda a miles de cristianos perseguidos en todo el mundo. Actualmente tiene sede en 20 países y realiza proyectos en 140. "Lo que está pasando en Irak tiene que ver conmigo. Si ellos desaparecen, a mí me desaparece algo, me desaparece la esperanza de mi fe. En esa gente, la unidad de fe y vida es tan grande que, como dice el Papa, están siendo los pioneros de Ia Iglesia. Todo esto que está pasando es una llamada a preguntarnos: ¿Es posible que haya gente que muera por el Señor? ¿Quién es el Señor entonces para mí?", concluyó Raquel Martín.