Las pasadas 52 semanas fueron muy interesantes en lo referente a la actualidad internacional. En la política, fue un año marcado por las muertes del carismático Hugo Chávez en Venezuela y del tenaz Nelson Mandela en Sudáfrica. También lo fue por la reelección de Angela Merkel como canciller de Alemania, y del comienzo del segundo mandato de Barack Obama en Estados Unidos. Otros, como Beppe Grillo, en Italia, consiguieron que sus críticas al sistema tuvieran gran repercusión, y, en ese mismo país, Enrico Letta mantiene el poder pese a los tejemanejes de Silvio Berlusconi, quien, por cierto, se ha visto obligado a abandonar la política acuciado por los tribunales.
En cuanto a los conflictos de 2013, destacan Siria, Egipto y Corea del Norte. Los dos primeros están en ebullición mientras que el tercero se mantiene en estado latente, aunque de vez en cuando se producen los exabruptos y amenazas del líder norcoreano, Kim Jong-un. En el caso sirio, los enfrentamientos y las muertes son constantes mientras que la comunidad internacional se ha limitado a llegar un acuerdo para destruir los arsenales químicos sirios. No es poco, pero es insuficiente. La cuestión egipcia ha pasado de la esperanza a la preocupación. La llegada de los islamistas Hermanos Musulmanes al poder después de ganar las elecciones celebradas tras la caída de Hosni Mubarak parecía la solución. Sin embargo, sus nuevas medidas provocaron más protestas y los Hermanos Musulmanes fueron desalojados del poder y declarados organización terrorista.
En el lado positivo, dos conflictos parecen encauzados, al menos, de momento. Irán y la comunidad internacional han llegado a un acuerdo sobre el programa nuclear iraní. Mientras, el proceso de paz entre Colombia y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) avanza más lento de lo previsto, aunque hay recelo en muchos colombianos.
La protesta social también estuvo presente en 2013. En Estambul, las concentraciones de miles de personas en contra de los planes para reformar un parque acabaron en graves disturbios y en contundentes cargas policiales. En Brasil, las principales ciudades del país también se vieron sacudidas por protestas para pedir mejores servicios públicos. Estos hechos tuvieron gran repercusión porque se recrudecieron cuando se celebraba la Copa Confederaciones de Fútbol, con medio mundo pendiente de esta cita deportiva.
El año que termina también fue en el que muchos líderes mundiales supieron que habían sido espiados por Estados Unidos. Las revelaciones de Edward Snowden fueron toda una revolución en las relaciones internacionales y los dirigentes afectados mostraron su estupor e indignación ante las escuchas realizadas por un aliado. A pesar de ello, como era de esperar, el enfado no fue a más porque a nadie le interesa enemistarse con la Casa Blanca y porque el espionaje es algo que todos los países realizan, en la medida de sus posibilidades.
Feliz año 2014, semana 1 de 52...