Accede y aprovecha todas las ventajas
Se parte el alma porque el campo esté tan seco como las cenizas en un crematorio, que no corran los arroyos y que sobre Madrid reine una corona mugrienta de contaminantes. Hace un calor inusual a lo que, inexplicablemente, algunos llaman "buen tiempo ". Y no es verdad. El buen tiempo sería ver la hierba crecer con las lluvias de este otoño maldito, mojarse los pies cuando un autobús se acerca a la acera y fastidiarse sin poder tomarse una cerveza en la terraza del bar.
Los incrédulos del pregonado cambio climático llevamos el pecado en la penitencia. Queremos respirar sin humidificadores y abrir la ventana para disfrutar del olor a ozono. Y menos mal que la temperatura no urge a encender las calefacciones, de las que los científicos y los políticos populistas deberían darnos cuenta ¿contaminan más o menos que los coches y sus restringidos ocupantes? Quizás no sea necesario lucir manga corta en un quinto piso mientras la capital se aproxima al invierno, ni utilizar el automóvil para ir a por el pan.
Luego nos dicen que la Antártida se derrite a trozos kilométricos y que un huracán se ha acercado demasiado a la Península Ibérica. Y lo escuchamos como de fondo, cual banda sonora para amenizar la jornada de un día gris en el que los catalanes han dejado de ser un poco noticia para dar paso a los gallegos y asturianos.
Continúa leyendo "Buen tiempo" en el sitio original.
La periodista Marta García Bruno analiza la figura histórica del asesor político, una profesión que está en el punto de mira al hilo del reciente caso de corrupción política, denominado "Koldo", vinculado al primer Gobierno de Pedro Sánchez. Leer más
¿Por qué Irán atacó en una misma semana objetivos en Iraq, Siria y Pakistán? ¿Qué relación puede tener con la crisis en Medio Oriente? Analizamos esta situación de la mano de Javier Redondo, profesor de los grados en FPE y Comunicación Global de la UFV. Leer más