Para terminar esta serie de posts dedicados a la manipulación informativa os quiero en esta ocasión hablar de una tercera técnica muy utilizada en los medios de comunicación para, de alguna manera, orientar el juicio de las personas (las anteriores fueron el lenguaje y el diseño).
Se trata de la mentira. Como tal la mentira no es un técnica de manipulación informativa pero he querido bajo este nombre genérico agrupar una serie de técnicas que, indudablemente, basándose en la mentira los medios de comunicación utilizan.
Hay muchos, pero quiero detenerme en las más comunes:
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Engaño
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Generalización de hechos parciales
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Muestreos insuficientes
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Rumores sin base
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Mezcla de hechos y juicios de valor
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Manipulación del pasado
Sé que existirán otros pero creo que estos son los más significativos fundamentalmente porque son los que más utilizan los medios.
1. El engaño
Consiste en presentar como verdadero lo que no pasa de ser opiniones o meras hipótesis de trabajo. Dentro del engaño una técnica muy utilizada es el denominado “vacío sugerente” o lo que es lo mismo, la presentación parcial de una verdad.
El engaño por supuesto también sería ocultar intencionadamente y con plena deliberación aspectos de la realidad así como suprimir u omitir determinadas informaciones o datos acerca de las mismas que impiden al lector el conocimiento íntegro de los hechos.
2. Generalización de hechos parciales
Se produce esta técnica cuando a un grupo social o profesional se le aplica calificativos a partir de hechos concretos y determinados de algún individuo de esos colectivos. Es típico el generalizar a un colectivo el comportamiento de una persona de ese colectivo (por ejemplo, “los jóvenes son violentos” porque un joven o un grupo pequeño de jóvenes han tenido comportamientos agresivos).
3. Muestreos insuficientes
Esta técnica hace referencia a la presentación de una situación mayoritaria de opinión pública a partir de entrevistas a un reducido número de personas que no son representativas. O no son suficientes en número. Es muy importante mirar la muestra para ver la fiabilidad de la misma.
4. Rumores sin base
Hacerse eco de rumores que, por características de su contenido son improbables. Muchas veces se recoge a modo de noticia hechos que no pasan de ser meras especulaciones. Las especulaciones no caben en el periodismo y menos presentarlas como noticia.
5. Mezcla de “hechos” y “juicios de valor”
Intercalar dentro de la descripción de unos hechos, juicios de valor, bien dándoles carácter de realidad objetiva, bien orientando el pensamiento del lector de forma que éste no pueda darse cuenta. Es muy importante en un medio de comunicación que el lector, el oyente o espectador tenga clara diferenciación entre la información y la opinión. Tienen que estar claramente separadas. La opinión es algo personal y, por tanto, subjetivo (quitando el editorial – toma de posición ideológica del medio frente a una realidad-). Un medio de comunicación no deber presentar como información lo que es una opinión o deseo.
6. Manipulación del pasado
Ofrecer informaciones de lo actual como una repetición del pasado, cuando éste lleva consigo en la mentalidad de las personas resonancias positivas o negativas en línea de prejuicios o estereotipos. Hay palabras que en la percepción de las personas suenan mal o bien según la realidad que expresen. Por ejemplo, la palabra fascista utilizada en un titular orienta la percepción y, por tanto, distorsiona el mensaje (comportamiento fascista, actitud fascista…).
Con este post termino mis reflexiones en torno a la manipulación informativa. El objetivo era haceros llegar maneras y modos que los medios de comunicación utilizan para mandar sus mensajes. Y ser conscientes de que detrás de la noticia que vemos hay otra segunda noticia que se basa en la intención que hay detrás del mensaje.
Es necesario saber quién es quién en los medios de comunicación para interpretar correctamente el mensaje, relacionándolo con el propietario del medio.
Por otro lado, saber que no hay noticia sin protagonista. Toda noticia tiene un personaje (individual o colectivo) y por ello, es indispensable descubrir quién dice qué, quién dice de quién o de qué y de quién se dice qué y por qué.
Finalmente profundizar en las noticias y no quedarnos en la superficie. Intentar contextualizarla (dónde, por qué pasan las cosas).
La manipulación informativa existe pero tenemos resortes para defendernos de ella, para situar en su justa medida las cosas y para no dejarnos seducir por la hipnosis de una palabra, una imagen o un sonido. La realidad es la que es, no la que nos presentan muchas veces los medios. Pero sobre todo la realidad nos la debemos construir nosotros con ayuda de los medios si queremos seguir siendo libres como personas.