Me vais a perdonar, pero hoy no pudo escribir sobre otra cosa. Lo siento por todos aquellos que estéis saturados ya de tantas noticias relacionadas con la muerte del niño de Almería, Gabriel Cruz. Sé que esto puede espantar a algunos lectores, pero no me importa. Hoy no puedo pensar ni escribir sobre otra cosa.
Los padres del pequeño han pedido que recordemos a Gabriel como un pescaíto que se ha ido nadando libre…Yo como soy más de escribir, y como aquí, en este blog suelo escribir para ayudar a otros padres, no se me ocurre mejor homenaje a este niño que dedicar unas palabras a sus padres: Ángel y Patricia. Hoy me instrumentalizo voluntariamente a través de la terrible experiencia que están viviendo ellos, para intentar ayudar a otros padres, a otros que hayan tenido la desgracia de vivir una tragedia como esta y a los que vivan con el temor de que les pueda pasar a ellos…porque, al fin y al cabo, ese es el espíritu de servicio con el que nació este blog.
Esta semana no seré yo la que dé herramientas, trucos ni consejos para educar emocionalmente a nuestros hijos y vivir la paternidad sin esa sensación de carga. La lección de esta semana ya nos la están dando ellos: los padres de Gabriel. Yo sólo soy un medio, un corazón que siente a través de los suyos y unas manos que tiemblan en el teclado mientras tratan de escribir a través de las suyas. Porque por más que una tenga un hijo de 8 años como Gabriel, es imposible ponerse en la piel de estos padres.
Qué gran lección de vida nos estáis dando, Ángel y Patricia, y qué poco eco se están haciendo de ello los medios de comunicación. De entre todas las informaciones, datos, últimas horas, exclusivas y novedades del caso publicadas y emitidas hoy, a mí me ha llamado poderosamente la atención una entrevista: la de Patricia, la madre de Gabriel.