Hace poco charlaba con una amiga periodista sobre la situación del periodismo en la actualidad. Mientras ella me señalaba el todavía fuerte condicionamiento de los medios y periodistas por instituciones públicas y privadas, yo, por mi parte, aceptaba estas premisas, pero ponía el foco en otra cuestión: la dictadura del algoritmo.
Los medios de comunicación se han abalanzado a prácticas como el clickbait para arrimar un puñado de visitas y poder rentabilizar la información con unos cuantos banners por no haberse adaptado al nuevo modelo de usuario. Así se ha puesto en juego la credibilidad y se ha abierto espacios, primero para el ‘periodismo ciudadano’ y después para otras realidades como las fake news.
A propósito de este tema tuvo lugar un debate que reunió a decenas de personas en la Casa de América para escuchar a especialistas citados por The Objective. El panel estuvo formado por los periodistas Manuel Arias y Myriam Redondo; el co-creador de Maldito Bulo, Julio Montes; la politóloga y columnista Mariam Martínez-Bascuñán y el director de opinión del diario El País, Nacho Torreblanca. La conversación conducida por el fundador de El Subjetivo, Ignacio Peyró, partió de las fake news orbitando cuestiones políticas, de regulación, veracidad y actualidad con evidencias, experiencias y opiniones.
Se pueden extraer de las casi dos horas de diálogo las siguientes claves:
Para empezar: no es para tanto
De verdad, las fake news no son para tanto. Aunque en el debate político se haya incorporado mucho este término y en relaciones internacionales se señale a medios rusos por entrometerse en la información referente a otros países, no es una realidad ni tan grande ni tan preocupante.
Para empezar, no se puede afirmar con rotundidad que ni el Brexit ni la victoria de Trump le deban nada a las noticias falsas. La mentira es otra cosa, si los partidarios del Brexit o Trump mintieron no es una noticia falsa: engañaron ellos.