Por una comunicación para la paz y la comunión

“La verdad es la primera víctima de la guerra”, decía el dramaturgo griego Esquilo. 

Al hilo de los primeros ataques militares de Rusia a Ucrania, desde Corresponsales de paz, la sociedad de antiguos alumnos comunicadores de la Facultad de Comunicación de la UFV, queremos hacer honor a nuestro nombre y aportar unas breves reflexiones. Entendemos el término paz en sentido amplio y profundo y no solo como ausencia o resolución de conflictos, sino como una disposición que nos mueve a buscar y abrazar la verdad. La verdad hace libre al hombre cuando se pone al servicio de principios como la caridad, la justicia, la equidad, la concordia, el entendimiento, la fraternidad y la unidad. En este sentido, nos sumamos al llamamiento que el papa Francisco ha hecho a los líderes políticos “para que hagan un serio examen de conciencia delante de Dios, que es Dios de la paz y no de la guerra; que es Padre de todos, no solo de algunos, que nos quiere hermanos y no enemigos”.

El periodismo de paz reivindica el compromiso social de los profesionales de la comunicación como garantes de la democracia y defensores del bien común. En tiempos de guerra, los comunicadores deben huir de la manipulación, del periodismo de trinchera y de priorizar la rentabilidad incluso a costa de la calidad de los contenidos. No aportan nada visiones maniqueas de los conflictos que simplifican la realidad y pretenden hacer pasar por sencillas soluciones que siempre son complejas. 

La comunicación para la paz atesora un compromiso ineludible con la verdad, con la creación de contenidos e informaciones de calidad que tiene siempre como centro a la persona y como norte el respeto a su inalienable dignidad. La comunicación para la paz huye del sensacionalismo, recurre a fuentes propias adecuadas y siembra paz y cohesión en vez de exhibir la violencia. En definitiva, la comunicación para la paz aboga por una comunicación para la comunión que permita tender puentes de entendimiento. Si el otro es un infierno, entonces el mundo está perdido. Hay un hermano al otro lado de la puerta. Siempre.

El periodismo para la paz se compromete a realizar una búsqueda incesante de la verdad para ofrecer un gran servicio al bien común, construyendo una sociedad más libre y fuerte frente a la mentira y la propaganda ideológica. ​En este sentido, recordamos los principios que reivindicamos desde Corresponsales de paz. Es el decálogo con el que nació esta sociedad y que, hoy más que nunca, consideramos una aportación valiosa para conseguir una genuina comunicación para la paz:

1. La persona como epicentro de la comunicación social.
2. Buscar y contar la Verdad.
3. Promover el bien común de la sociedad y sus individuos.
4. Informar para formar y nunca para deformar.
5. Proteger la libertad y la dignidad del ser humano.
6. Solo hay información con fuentes sabias y solventes.
7. Resucitar la ética y la deontología profesional.
8. Independencia y objetividad como esencia del periodismo libre.
9. Necesidad de ser una buena persona para ser buen comunicador.
10. El comunicador RSC: Riguroso, Social, Corresponsable