Accede y aprovecha todas las ventajas
«Esta tarde he asistido al bombardeo desde la misma ciudad [de Madrid]. Alguien juzgó necesario dejar caer un rayo sobre la Gran Vía para descuajar una vida, una sola. Algunos viandantes se sacudían los escombros; otros corrían; el humo ligero se disipaba; pero aquel joven, salvado milagrosamente sin un rasguño, tenía a su novia, a la misma que segundos antes llevaba cogida del brazo con su ternura, a sus pies, convertida en una esponja de sangre, en un amasijo de carne y jirones. Mientras se arrodillaba, sin entender nada todavía, movía la cabeza lentamente, de arriba abajo, como si pensara: “Qué extraño es esto”. En aquella flor derramada no había nada que le recordara a su amiga. […] A medida que el grito, diferido no sé por qué razones, se formaba en su garganta, el joven tenía la ocasión de comprender que el verdadero objeto de su amor no habían sido esos labios, sino el gesto, la sonrisa de esos labios. No esos ojos, sino su mirada. No ese pecho, sino su delicado movimiento marino. Tenía la oportunidad de comprender, en definitiva, la causa de la angustia que le provocaba su amor. ¿Acaso no había perseguido lo inaprensible? No se trataba de estrechar su cuerpo, sino la suavidad, la luz, el ángel ingrávido que lo cubría…» Saint-Exupery, Antoine, La guerra de España, trad. de Andoni Eizaguirre Ugarte, KEN Nueva, Mutilva (Navarra), 2016, 60-61.
Una mirada capaz de ver en las ideologías el cáncer moral y político de nuestro tiempo
En España hemos vivido una guerra civil en la que todavía, buscando culpables, algunos se empeñan en mantenernos. Quizá debamos a un autor francés encontrar la mirada adecuada sobre nuestra guerra.
Una mirada que denuncia las barbaries y reconoce la grandeza de ambos bandos.
Una mirada capaz de ver más allá del enfrentamiento para recordarnos qué nos une, qué amor común nos vincula por encima de nuestros enfrentamientos.
Una mirada capaz de ver en las ideologías el cáncer moral y político de nuestro tiempo.
Una mirada que recupera la imaginación como forma de conocer la realidad, de proyectar nuestro futuro y de construir relatos periodísticos cuya vigencia supera las horas, los días, los años y que roza la eternidad de los clásicos.
Saint-Exupery, como Kapuscinski, además de un gran escritor, es un maestro del Periodismo, no sólo porque nos enseña a los periodistas, sino porque su periodismo nos enseña la vida, en su hondura, a todos los hombres.
Debemos agradecer a la editorial KEN Nueva esta re-edición en español, en traducción directa del francés, de los reportajes que publicó Antoine de Saint-Exupéry sobre la guerra civil española para el diario L'Intrnasigeant y para París-soir. Una lectura muy recomendable para quien no ha cerrado las heridas de la guerra y para cualquier periodista que quiera hacer de su trabajo, de su palabra, un relato que interpele al público en toda su humanidad.
Artículo publicado en www.dilogical creativity.es y reproducido en Corresponsales de Paz por gentileza del autor.
La periodista Marta García Bruno analiza la figura histórica del asesor político, una profesión que está en el punto de mira al hilo del reciente caso de corrupción política, denominado "Koldo", vinculado al primer Gobierno de Pedro Sánchez. Leer más
¿Por qué Irán atacó en una misma semana objetivos en Iraq, Siria y Pakistán? ¿Qué relación puede tener con la crisis en Medio Oriente? Analizamos esta situación de la mano de Javier Redondo, profesor de los grados en FPE y Comunicación Global de la UFV. Leer más